Argelia se ha pronunciado este sábado ante el posicionamiento de España a favor de la propuesta de Marruecos en el conflicto del Sáhara, por la que concedería al pueblo saharaui algunas competencias en economía o desarrollo social y cultural, pero se reservaría otras clave como defensa o religión.
Fuentes diplomáticas argelinas han calificado esta decisión como la «segunda traición al pueblo saharaui» desde Madrid tras el «funesto acuerdo de 1975», al mismo tiempo que critican que Marruecos haya conseguido finalmente «lo que quería de España», según recoge el portal de noticias argelino TSA.
Ese acuerdo, firmado un 14 de noviembre, sería el momento en el España cedía la antigua colonia española a Marruecos y Mauritania, sin haber consultado antes los deseos de la población del Sáhara, lo que llevó al Frente Polisario, en representación de los saharauis, a proclamara la independencia de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
Las milicias del Frente Polisario derrotaron a las fuerzas mauritanas y Nuakchot renunció a la parte del Sáhara Occidental que se le asignó en el Acuerdo de Madrid, pero Marruecos, con la Marcha Verde, logró imponer su control sobre la parte costera del territorio.
En 1991 Marruecos y el Frente Polisario firmaron un alto el fuego con vistas a la celebración de un referéndum de autodeterminación, pero las diferencias sobre la elaboración del censo y la inclusión o no de los colonos marroquíes ha impedido hasta el momento su convocatoria, respaldada por la ONU en la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO).
La relación de España con Argelia
En cuanto a la relación estrictamente bilateral entre Argelia y España, Argel es el principal suministrador de gas natural a la Península en un momento delicado como el actual en el plano energético. Argel rompió relaciones diplomáticas con Rabat el pasado agosto y en noviembre procedió al cierre del Gasoducto Magreb-Europa (GME) que bombeaba gas hasta la península Ibérica a través de Marruecos.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habló el pasado 6 de marzo con el presidente argelino, Abdelmayid Tebune, quien reiteró no solo el compromiso de su país con garantizar el suministro a España sino también la voluntad de Argelia de ayudar en lo posible, como socio fiable en materia energética que quiere ser, a los europeos, según indicaron fuentes gubernamentales.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, no quiso aclarar este viernes si Argelia ha sido informada de antemano sobre el cambio de posición del Gobierno, escudándose en que «la diplomacia requiere discreción», pero sí se ha mostrado convencido no afectará al suministro de gas a España por parte de este país. "Argelia ha demostrado repetidas veces que es un socio fiable", ha sostenido, asegurando que mantiene una relación «fluida» con su homólogo argelino.
No obstante, este es el segundo 'agravio' del Gobierno a Argelia en poco más de un mes después de que a principios de febrero anunciara que había accedido a la petición de Marruecos de ayudarle a garantizar su seguridad energética mediante la regasificación en España de Gas Natural Licuado (GNL) comprado por Rabat para su posterior envío a este país mediante el gasoducto GME.
Entonces, Argel ya advirtió de que en ningún caso España podría hacer llegar gas argelino a Marruecos. Está por ver ahora cómo reacciona el Gobierno argelino ante este giro, que por contra ha sido muy celebrado por Marruecos y que da por superada la crisis diplomática que desencadenó hace casi un año la acogida en España por motivos humanitarios del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.