Israel se quitó la mascarilla en espacios abiertos este pasado domingo gracias a su estrategia de vacunación masiva. Una realidad distinta a la que se vive en España, con un aumento de los contagios tras la Semana Santa y un plan de vacunación más lento de los previsto, debido a la crisis de AstraZeneca y Janssen.
A pesar de la situación, Salud Pública española es optimista y prevé que el adiós de la mascarilla llegue entre agosto y fin de año. Desde la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph) ven con optimismo este escenario, pero enfatizan que todo dependerá de la vacunación y de la incidencia acumulada que se registre, según publica Redacción Médica.
Rafael Ortí, presidente de la Sempsph, asegura que «la mascarilla la dejaremos cuando un 50 o un 70 por ciento de la población esté vacunada, dependerá del ritmo de la vacunación. Quisiera creer que para el verano, en agosto, esto suceda».
Por su parte, Julián Domínguez, jefe del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario de Ceuta y miembro de la Sempsph, coincide con Ortí. «Esto podría pasar a finales de año como mínimo. Podremos estar así cuando tengamos una inmunidad poblacional de un 50 o 70 por ciento. Si la incidencia acumulada empieza a reducirse de una forma importante, en ese momento habría que plantearse, pero no en distancias cortas, sino en espacios públicos abiertos», ha argumentado Domínguez.