La batalla por Madrid estalló hace unos días, con la ruptura de Ayuso con Ciudadanos y la convocatoria de elecciones para el 4 de mayo. Reforzada por algunas encuestas, la política popular parece haber reforzado sus adhesiones con su fuego cruzado con el Gobierno de España por la gestión sanitaria de la pandemia.
Ayuso se ha manejado como pez en el agua en su pugna con Moncloa. Su oposición a cualquier propuesta de Pedro Sánchez parece haberle generado cierto rédito. De hecho, Madrid lleva tiempo campando a sus anchas en cualquier asunto referido a la COVID-19. Sus restricciones han sido las más laxas, convirtiendo la capital en una especie de oasis durante el endurecimiento de las restricciones en todo el país.
Su obsesión por dinamitar la gestión del Gobierno y anteponer la economía de la Comunidad a cualquier otro aspecto habrá frenado la caída del PIB en Madrid, pero también habrá que evaluar su coste en vidas. De momento, el número de fallecidos en el pequeño reino de Ayuso supera de largo los 14.000.
Si en 2019 Isabel Díaz Ayuso logró un 22,2 por ciento del voto, las expectativas son ahora mucho más alta. Ya ha anunciado que su objetivo es lograr la mayoría absoluta y parece real que la intención de voto hacia su figura ha crecido, otra cosa es que sea suficiente.
La izquierda ha reaccionado este lunes al avance y posicionamiento de Ayuso. Su movimiento ha sido tan mediático como el último órdago de la popular. Pablo Iglesias ha anunciado que abandona la vicepresidencia del Gobierno para ser candidato a la Comunidad de Madrid por Unidas Podemos.
Iglesias no ha tardado en realizar un llamamiento a sus posibles socios de gobierno. Ha tendido la mano a Errejón, al que ha ofrecido incluso un frente común. Iglesias ha decidido dar un giro inesperado al guión en un momento especialmente delicado, aunque su habilidad en la lucha cuerpo a cuerpo es indiscutible.
Ante la apuesta del PSOE por mantener a Ángel Gabilondo, un perfil mucho más moderado, es evidente que la batalla por Madrid ya ha elevado a sus dos principales cabezas de cartel: Ayuso e Iglesias, Iglesias y Ayuso.