La vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha cifrado entre 4 y 10 euros la subida de la factura de la luz para los consumidores acogidos a la tarifa regulada (PVPC) por «la excepcional» situación provocada por la borrasca 'Filomena' y la ola de frío, y ha vaticinado que el precio de la electricidad bajará en el próximo mes de febrero y en el segundo trimestre de este año.
En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, Ribera adelantó que prevé una caída a futuro en el precio de la luz, con un descenso para el mes de febrero del 37% con respecto a los niveles alcanzados durante la borrasca 'Filomena' y del 45% para el segundo trimestre.
De hecho, vaticinó que para 2022 y 2023, debido a la entrada masiva de renovables al sistema, los precios del mercado energético español estarán por debajo de otros tradicionalmente más baratos, «como el alemán o el francés».
«Distanciarse» para ver el comportamiento de la factura
Así, consideró necesario «distanciarse» para valorar el comportamiento de la factura de la luz, ya que «un dato aislado que nos genera preocupación puede distorsionar la foto de conjunto».
En este sentido, recordó que el sistema de formación de precios de la electricidad en España es idéntico al que cuentan el resto de países de la Unión Europea, basado en un modelo marginalista en el que «el precio lo fija el megavatio marginal, el último que entra en el sistema».
Por tanto, subrayó que «puede haber fluctuaciones de un día para otro, en horas, o en un mes a otro, pero lo importante es poder ver la tendencia».
Además, la vicepresidenta cuarta indicó que este episodio de subida en el precio de la luz solo repercute en los 10,7 millones de usuarios acogidos a la tarifa regulada, ya que al resto de hogares en el mercado libre «les es indiferente».
Medidas para abaratar la luz y consumidores vulnerables
Igualmente, Ribera puso en valor las medidas adoptadas por el Gobierno desde 2018 en el aspecto regulatorio, que han permitido reducir el coste de la electricidad en ese periodo un 40%, con un ahorro en el recibo de en torno a un 17% --unos 120 euros al año--.
Además, añadió que la evolución del IPC, con un comportamiento negativo, confirma esa tendencia de que el precio de la energía «se ha ido abaratando desde 2018 y ha incidido positivamente en la competitividad de la economía».
Igualmente, también señaló las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo para proteger a los consumidores vulnerables, como la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética o los bonos sociales de electricidad y térmicos, que a finales del año pasado alcanzan los 1,297 y 1,217 millones de beneficiarios, respectivamente.