El presidente de Exceltur y CEO de Meliá Hotels Internationals, Gabriel Escarrer, ha manifestado su apoyo al Govern en la lucha contra el turismo de excesos, que este miércoles se materializó en la decisión de cerrar las calles del Jamón, la Cerveza y Punta Ballena para evitar que el turismo de excesos contribuya a la propagación de la COVID-19.
«Apoyamos al Gobierno Balear en su lucha contra el llamado turismo de excesos; el desorden y desfase son incompatibles con la seguridad sanitaria frente al COVID, y unos pocos no deben arruinar la confianza en Baleares como destino seguro», ha manifestado Escarrer.
Cabe recordar que Meliá Hoteles es una de la empresas que ha apostado por ofrecer un turismo de calidad en zonas como Magaluf, realizando importantes inversiones económicas.
Escarrer dice que España pierde competitividad turística «a marchas forzadas»
Por otra parte, Escarrer considera que España está perdiendo competitividad «a marchas forzadas» frente a otros destinos turísticos que han hecho una gestión «más eficaz», al tiempo que avanza que el sector no volverá a los niveles de 2019 hasta 2023.
Escarrer ha participado en la segunda y última sesión del foro EURAGORA, organizado por las agencias EFE y Lusa en el marco del programa Stars4Media, cofinanciado por la Comisión Europea. La jornada, cuya primera sesión se emitió este miércoles, se grabó el pasado lunes 13 de julio.
El presidente de Exceltur -formada por 31 de las más relevantes empresas de toda la cadena de valor turística- cree que esta temporada la ocupación de los destinos vacacionales estará en torno al 30 % y considera que la reconversión que significará esta crisis hará que queden fuera destinos y productos «obsoletos».
Ha pedido al Gobierno un mayor compromiso con un sector «hiperestratégico» porque, pese a que España es la primera potencia turística del mundo por competitividad, tras la pandemia otros destinos «están tomando ventaja con una gestión más eficaz», por lo que «estamos perdiendo competitividad a marchas forzadas».
La crisis de la COVID-19 ha afectado «de manera dramática» y global al sector, porque se ha extendido a todos los destinos y a todos los mercados emisores, ha dicho.
Tras un segundo trimestre «horroroso», con ingresos cero, las previsiones para el resto del año apuntan que el sector se reanimará «muy poco a poco», con predominio del viaje doméstico y que la temporada será muy corta, ha dicho Escarrer, para quien la ocupación de los destinos de vacaciones apenas estará en torno al 30 %, con una parte importante de la oferta cerrada.
Los datos de Exceltur cifran las pérdidas a final de año en 83.000 millones de euros y sitúan la recuperación plena, a los niveles de 2019, no antes de tres años, en 2023.
Por ello esta asociación entiende que el Gobierno debe actuar en dos planos: una primera fase, de «salvamento o supervivencia» y una segunda, de «reconstrucción o renacimiento».
En esta primera fase, explica Escarrer, las empresas están centradas en los planes de contingencia para mantener el empleo y la continuidad de los negocios, por lo que pide al Gobierno planes «urgentes» para rescatar a las empresas esenciales y ayudar al tejido productivo.
Para ello, se debería destinar al sector el 25 % de los fondos del Plan de Reconstrucción que se está debatiendo en el seno de la UE, tal como reclama también el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton.
Eso significa que de los 140.000 millones de euros que podrían nutrir el Fondo Europeo de Reconstrucción se destinarían al turismo 35.000 millones y de ellos un 50 % deberían darse en transferencias directas, no para financiar más las pérdidas, según la tesis que defiende Exceltur.
Para la segunda fase, la de reconstrucción, esta crisis es una oportunidad «única» para transformar el modelo turístico hacia uno «mucho más rentable, más digital y más sostenible».
El presidente de Exceltur piensa que el contexto post-COVID traerá consigo una profunda transformación de la industria, por la reconversión o el abandono de ciertos productos y destinos «obsoletos, que no han aprovechado el boom de los últimos años para hacer la inversión que tocaba».
Ha defendido también la importancia de la digitalización, un tarea que deben abordar todos los operadores y agentes de viajes tradicionales, y augura un proceso «notable» de concentración entre agentes del sector.
La crisis es una ocasión para repensar el modelo turístico del futuro, «basado en mayor calidad versus cantidad, con una apuesta por la digitalización y poniendo el foco en la sostenibilidad».
Para abordar esta transformación es clave la colaboración público privada, con el apoyo de Europa y de los gobiernos nacionales. En este sentido, Escarrer ha invitado al Gobierno central a copiar el ejemplo del Ayuntamiento de Madrid, que ha creado una comisión con líderes empresariales que asesora al alcalde, José Luis Martínez Almeida, en la reactivación de la ciudad tras la pandemia.
Exceltur calcula que el año se cerrará con una caída de la facturación del sector del 54 %, equivalente a 83.134 millones de euros.
Por ello, el turismo explicaría el 57 % de la caída del PIB en 2020 (-11,6 %) estimado por el Banco de España en su último escenario, y elevaría la caída de los ingresos por turismo en divisas a 43.975 millones de euros.
Según sus cifras, desde el 15 de marzo al 30 de junio la actividad turística habría perdido 43.460 millones de euros respecto a 2019 y para el tercer trimestre adelanta que la caída alcanzará los 28.000 millones de euros y en el cuarto sumará otros 12.000 millones.