El BOE publica este martes nuevas directrices de vigilancia epidemiológica en España para esta fase de transición que pasa, inicialmente, por la nueva definición de caso sospechoso de coronavirus para tratar de detectar el mayor número de personas infectadas, especialmente desde las 24 horas de inicio de síntomas. ¿Cuáles son las claves que le identifican?
Según la orden publicada, se considera un caso sospechoso de SARS-CoV-2 a cualquier persona con un cuadro clínico de infección respiratoria aguda de aparición súbita de cualquier gravedad que cursa, entre otros:
Fiebre, tos o sensación de falta de aire. Odinofagia, anosmia, ageusia, dolores musculares, dolor torácico, diarreas o cefaleas.
Una vez que se detecta un caso sospechoso, según la directriz de Sanidad, los servicios de salud de las comunidades y ciudades autónomas garantizarán que en todos los niveles de la asistencia, y de forma especial en la atención primaria de salud, se le realizará una prueba diagnóstica por PCR u otra técnica de diagnóstico molecular que se considere adecuada, en las primeras 24 horas desde el conocimiento de los síntomas.
A partir del resultado, Sanidad informa a las comunidades autónomas de que tendrán que obtener y facilitar diariamente información sobre los casos sospechosos y confirmados de COVID-19 de los servicios de atención primaria y hospitalaria, tanto del sistema público como del privado, así como de los servicios de prevención de riesgos laborales. La información de cada caso confirmado deberá ser individualizada y deberá plasmarse en un nuevo modelo publicado este martes.