Los ministerios de Sanidad y Consumo están ultimando una nueva orden para regular el precio, etiquetado e información imprescindible de productos sanitarios, en particular de las nuevas mascarillas higiénicas.
Así lo avanzó este viernes el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que recordó que el Gobierno ha aprobado en los últimos días los requisitos mínimos que deben cumplir este tipo de mascarillas higiénicas renovables y no renovables, además de las quirúrgicas.
Materiales
Especificó los materiales que se utilizan para su elaboración, confección, marcado y uso, unas especificaciones que facilitarán su fabricación masiva y que se ponen a disposición de la sociedad de forma gratuita.
El pasado 8 de abril, el ministro de Sanidad anunció que el Gobierno iba a actuar e intervenir ante los precios abusivos que se están registrando en mascarillas, geles y guantes y señaló que los empresarios tendrían que cobrar ahora los mismos precios que estaban vigentes antes de la entrada del estado de alarma
Por otra parte, Illa reconoció que han tenido «problemas» con un lote de mascarillas FPP2 en Aragón y Cataluña procedentes de un proveedor chino autorizado por el Gobierno que cumplía con los requisitos para distribuirlo y comercializarlo.
Uno de los lotes de este proveedor presentaba una serie de problemas que se comunicaron a las comunidades autónomas para proceder a su retirada.
«El Gobierno ha evitado que unas mascarillas que incumplían con la normativa europea fueran usadas y por eso ha retirado el lote», subrayó el ministro, que indicó, además, que el producto retirado será repuesto por otro por parte del proveedor.
Illa destacó que el Ministerio sigue efectuando su labor de facilitar y complementar la tarea de proporcionar al Sistema Nacional de Salud todos los elementos imprescindibles en la lucha contra la pandemia a través de la compra de material y activando la producción nacional.
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, lamentó que a raíz de esta crisis sanitaria haya habido sectores que hayan demostrado «lo peor» como los fabricantes que han optado por subir los precios de estos materiales sanitarios para «enriquecerse» a costa del miedo de los ciudadanos.