La ciudad de Girona ha amanecido con una fuerte resaca de los incidentes de la noche del miércoles en forma de calles cortadas mientras los servicios de limpieza trabajan por reabrirlas, clases vacías en los centros universitarios, tres detenidos y cuatro mossos d'esquadra heridos.
El objetivo es recuperar la normalidad lo antes posible y, para ello, los trabajadores municipales retiran los restos de los altercados de anoche, durante los que se encendieron hogueras y hubo enfrentamientos entre manifestantes y policías en varios puntos de la ciudad.
Tres personas permanecen detenidas y cuatro agentes están heridos, según confirman los Mossos, mientras que el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) cifra en nueve las asistencias que se realizaron.
La circulación está cerrada en la Gran Via Jaume I y en la calle Sant Francesc, mientras que ya se ha abierto Ramon Folch, según informa el Ayuntamiento, lo que además puede afectar al servicio de autobús en su regularidad y en el recorrido de algunas líneas.
Las suspensiones de actos programados se suceden y el último ha sido el concierto que tenía previsto realizar el grupo catalán Els Pets en el Auditorio de la ciudad este sábado, aplazado ahora al 25 de enero.
Por lo que se refiere a la Universidad de Girona (UdG), la afluencia de estudiantes a sus diferentes centros docentes es menor que en la jornada del miércoles, con un descenso de entre el 5 y el 10 por ciento.
Las clases que se imparten tienen pocos alumnos si bien lo hacen con normalidad, según informa la UdG, que confirma la ausencia de incidentes.
También ha habido cortes de carretera en la provincia, como el de la C-65 a la altura de Cassà de la Selva, que se ha reabierto en los dos sentidos a las 10:30 horas, o la que tiene lugar en la C-63 en Amer, la localidad natal de Carles Puigdemont.
La situación del tráfico en la capital puede complicarse con la manifestación convocada por los estudiantes a las 11:30 horas.