El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha advertido esta noche de miércoles que el referéndum ilegal de independencia en Cataluña «ya no se puede celebrar» y ha pedido a los responsables de la Generalitat que «cesen en sus actuaciones ilegales» y que regresen «a la ley y a la democracia». El jefe del Ejecutivo ha mostrado su disposición a dialogar, pero siempre en el marco de la ley.
Rajoy ha realizado esta declaración institucional -sin preguntas-- en el Palacio de la Moncloa después de las 14 detenciones que se han producido hoy en Cataluña por orden del titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, la mayor parte de ellas en el núcleo duro de la organización del referéndum ilegal del 1 de octubre. Además, los agentes se han incautado de casi diez millones de papeletas de voto que se suman a las 45.000 cartas para constituir las mesas de votación que se intervinieron ayer.
Precisamente, el jefe del Ejecutivo se ha reunido este miércoles por la mañana en Moncloa por separado con los líderes del PSOE y de Ciudadanos, Pedro Sánchez y Albert Rivera, en sendas reuniones en Moncloa, para informarles de las actuaciones que se están produciendo en Cataluña para frenar el referéndum ilegal. Tanto los socialistas como el partido naranja han respaldado las detenciones llevadas a cabo por orden judicial.
EL REFERÉNDUM, «UNA QUIMERA IMPOSIBLE»
Tras estas actuaciones judiciales y policiales que imposibilitan materialmente el referéndum, el jefe del Ejecutivo ha reclamado a los responsables de la Generalitat que cesen en sus actuaciones ilegales, abandonen sus propósitos porque «saben que este referéndum ya no se puede celebrar».
Aunque ha dicho que el referéndum «nunca fue legal y legítimo», ahora «no es más que una quimera imposible o la excusa que a algunos parecen buscar para ahondar aún más la fractura que han provocado en la sociedad catalana». Por eso, les ha solicitado de nuevo que «renuncien de una vez a esta escalada de radicalidad y de desobediencia» porque «están a tiempo de evitar males mayores» y a «nadie beneficia el clima de desobediencia y el desafío constante a la legalidad y la ley», en palabras de Rajoy.
«No sigan adelante, no tienen ninguna legitimidad para ello, regresen a la ley y la democracia y permitan que la gente pueda pasar página de estos días tan aciagos. No les creen más problemas de los que les han creado ya y dejen que los catalanes puedan hacer su vida en paz, sin fracturas, sin presiones, sin disputas y sin miedo», ha resaltado, para añadir que el proyecto «ilegal» no tiene «ningún futuro».
«YA DIJE QUE EL ESTADO DE DERECHO NO FALLARÍA»
Rajoy ha señalado que España es un estado democrático y de derecho como se ha demostrado en los últimos días y, en especial, en el día de hoy, al demostrar que tiene mecanismos e instrumentos para impedir que se infrinjan las normas básicas en democracia y exigir responsabilidades a quien con «tanta imprudencia» pone en riesgo la convivencia. «Hace días dije que el Estado de Derecho no fallaría y no vacilaría a la hora de cumplir con su deber», ha recordado.
En este punto, ha recalcado que «nadie» puede situarse por encima de la ley y la desobediencia es «todo lo contrario a la democracia» y ha compartido la declaración de las asociaciones judiciales asegurando que la desobediencia y despreciar las normas jurídicas es un «acto totalitario».
Rajoy ha afirmado que lo que está en juego no es una demanda política, que tiene sus cauces de expresión y defensa, sino que «lo que está en juego es el propio fundamento de la democracia». Por ello, ha subrayado que el Estado de Derecho ha actuado y lo seguirá haciendo, de forma que «cada ilegalidad tendrá su respuesta», que será «firme, proporcionalidad y rigurosa».
Así, ha dicho que el Gobierno de España velará, «como hasta ahora», por que ningún ciudadano resulte perjudicado por esta «deriva radical» y nadie sufra las consecuencias de lo que está sucediendo. Según ha añadido, la ley les protege y el Estado responderá al ritmo que marque su propio ordenamiento jurídico y las garantías democráticas que contempla.
VE EN EL APOYO DE PSOE Y Cs UN COMPROMISO CON ESPAÑA
Rajoy ha agradecido el apoyo que PSOE y Ciudadanos han brindado al Ejecutivo ante el desafío secesionista y ha dicho que saben que es momento de «proteger a la nación y no de ponerla en duda». Es más, ha agregado que no entiende su actitud como un apoyo al Gobierno sino como un «compromiso» con España, la democracia y el conjunto de los españoles.
Según ha dicho, esa unidad es «imprescindible» y el «mejor respaldo» que pueden brindar a alcaldes, concejales o policías de Cataluña que están siendo «acosados o insultados» por el «simple hecho de negarse a incumplir la ley». A su entender, al coaccionarles a ellos se coacciona al conjunto de ciudadanos respetuosos con las normas de convivencia.
Rajoy ha criticado a los que aprovechan el órdago independentista para «generar inestabilidad en las calles y debilitar nuestras instituciones», en alusión a Podemos. «Les advierto de que tendrán que responder ante los españoles de su deslealtad en un momento tan decisivo de nuestra vida política», ha asegurado.
UNA NUEVA OPORTUNIDAD
Fuentes de Moncloa aseguran que la declaración institucional de Rajoy es otra oportunidad para que Carles Puigdemont y sus socios den marcha atrás en este proyecto ilegal y no sigan adelante con el referéndum.
De hecho, las mismas fuentes señalan que los requisitos que los propios independentistas se habían puesto para celebrar el referéndum han quedado desarbolados, puesto que ni siquiera tienen papeletas, ni mesas ni sistema informático, algo que sí había en la consulta del 9-N que se celebró en 2014.
Por eso, piden a Puigdemont y sus socios que dejen de «tensionar» la calle con protestas por las detenciones y los registros que ha «ordenado» un juez. Y señalan que esta noche hay mucho político catalán que tendría que meterse en la cama haciendo una reflexión porque no tienen tradición antisistema como los de la CUP.