Los grupos parlamentarios del Congreso aprobaron ayer por unanimidad un pacto de Estado contra la violencia machista que incluye doscientas medidas con una dotación presupuestaria de 1.000 millones de euros en cinco años.
Todos los partidos apoyaron el dictamen de la subcomisión creada en la Comisión de Igualdad para alcanzar el acuerdo tras permanecer reunidos durante ocho horas y media con el fin de revisar algunas cuestiones pendientes, como el concepto de violencia machista y el presupuesto.
En una rueda de prensa, el vicesecretario de Política Social y Sectorial del PP, Javier Maroto, calificó este pacto de Estado como «un hecho sin precedentes en la historia de nuestro país». Maroto destacó que la solución al drama de la violencia machista es una exigencia de primer nivel en toda la sociedad, no hay precedente de que los partidos den una respuesta «con altura de miras» y el acuerdo «no es una recopilación de sugerencias, sino que viene acompañado de cantidades económicas».
Protección y educación
Entre las medidas, el dirigente del PP puso de relieve que las mujeres víctimas de violencia machista sin recursos y sin trabajo puedan tener seis meses de prestación por desempleo para poder dar un paso adelante en su nueva vida. Todos los partidos decidieron que en todos los colegios haya asignaturas obligatorias para hablar de igualdad o que en las carreras profesionales de los ámbitos sanitario, judicial, educativo o policial las asignaturas de violencia machista sean obligatorias y evaluables. También se acordó favorecer la coordinación en materia de sanidad para que los profesionales puedan interpretar adecuadamente los síntomas de la violencia de género.
Maroto también resaltó una propuesta para que las calumnias y las injurias en relación a la violencia machista dispongan de penas propias para delitos cometidos en internet. Igualmente, dijo, se ha dado un paso adelante en el derecho de dispensa a declarar que tienen todos los denunciantes y que en el caso de violencia machista es una de las principales razones por las que las mujeres no denuncian.
«En este momento, solo cabía una respuesta posible y era la unanimidad, la respuesta conjunta para decir que esto es de todos y que la solución corresponde a todos», señaló.