El presidente de Ciutadans, Albert Rivera, ha atribuido la dimisión del fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, a la celebración del proceso participativo del 9 de noviembre y a la vinculación de la infanta Cristina con el caso Nóos.
«A nadie se le escapa que la no utilización de la Fiscalía en el 9N y la actuación como abogado defensor encubierto del fiscal del caso de la infanta al final ha acabado con esta dimisión», ha opinado Rivera en declaraciones a los medios en los pasillos del Parlament.
Según Rivera, la Fiscalía General del Estado no actuó de forma preventiva en la consulta alternativa del 9N debido a un «pacto encubierto» entre los presidentes español y catalán, Mariano Rajoy y Artur Mas, respectivamente, mientras que los escritos del caso Nóos en su opinión «defienden más que acusan» a la infanta.
Rivera cree así que la dimisión de Torres-Dulce es un «síntoma» de la «politización» de la Fiscalía que, a su juicio, sirve a los «intereses» del gobierno sea del color que sea y se ha convertido en el «brazo ejecutor» del ministro de Justicia.