El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ofreció ayer al president Artur Mas una solución «constructiva, abierta y viable para el encaje de Catalunya» y evitar la «fractura» de la sociedad catalana, consistente en una reforma federal en la que «primero haya acuerdo y luego votación», oponiéndose así a una «consulta soberanista ilegal».
Sánchez expuso la «salida dialogada» durante su reunión con Mas en la Generalitat, como alternativa a la consulta soberanista que el Govern catalán pretende celebrar el próximo 9 de noviembre, y ello a través de una reforma constitucional que pueda ser refrendada después en votación por el conjunto de los ciudadanos españoles.
«Le he presentado a Artur Mas una solución para el acuerdo –dijo Sánchez a su salida del palacio de la Generalitat–, que pasa por renovar el marco de convivencia común que nos dimos los españoles en 1978 y reformar la Constitución en una dirección federal, que reconozca la singularidad de Catalunya y al mismo tiempo clarifique y fortalezca los lazos que nos hacen más fuertes».
El secretario general del PSOE manifestó que en la reunión tanto Mas como él habían sido muy transparentes: «Creo que el president tiene claros sus objetivos y también que sabe perfectamente cuál es la posición del PSOE, que no aceptamos la consulta del 9N y esperamos que cumpla con su palabra y no cometa un acto ilegal convocándola».
Sobre si apoyaría que en esa reforma se reconociera a Catalunya como nación, Sánchez precisó que «la Constitución dice claramente que España la componen nacionalidades, y a esos términos me ajusto».