Los españoles han recibido entusiasmados el año nuevo comiendo las doce uvas al son de las campanadas en un bullicio de felicitaciones y buenos deseos, especialmente la esperanza de dejar atrás la crisis o, al menos, que 2013 no sea peor que 2012.
Pelucas, gorros, sombreros de broma y disfraces se han podido ver por toda la geografía española mientras rezumaban alegría para celebrar el año recién nacido.