La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha señalado que el presidente catalán, Artur Mas, hizo de las elecciones autonómicas «una suerte de plebiscito» a su apuesta soberanista y ha fracasado.
En rueda de prensa, Cospedal ha destacado por contra que el PP ha logrado el mejor resultado de la historia en unas elecciones catalanas y ha recordado que éstas, convocadas en mitad de la legislatura, «no eran necesarias para nadie».
Cospedal, que ha advertido de que el PP no buscará ningún pacto con CiU porque no puede apoyar a un partido que quiere «separar» a Cataluña de España, también ha responsabilizado al partido de Mas de la subida de ERC, al apuntar que «como ya ha ocurrido en tiempos pasados la radicalidad y la deriva soberanista de CiU ha dado lugar a un incremento importante» de Esquerra.
El otro «gran fracaso de la noche» ha sido para la secretaria general del PP el del PSC, que ha perdido ocho escaños, lo que confirma, a su juicio, que el principal partido de la oposición en España «ha ido perdiendo todas y cada una de las elecciones en las que se ha presentado».
María Dolores de Cospedal ha insistido en subrayar el «magnífico» resultado de los populares en Cataluña en unas circunstancias difíciles, con el PP gobernando en España y tomando medidas «duras» e «impopulares».
Y a pesar de ello, ha insistido, dichas políticas no están perjudicando a su partido, que ha conseguido los mejores resultados de su historia en unas elecciones autonómicas en Cataluña, tanto en votos como en escaños, por los que ha felicitado a la líder del PPC, Alicia Sánchez Camacho.
Aunque el Parlamento catalán tiene una mayoría de escaños de partidos soberanistas, ha considerado que es menor que en otras ocasiones, lo que demuestra que la situación de los partidos «que querían una Cataluña fuera de España ha empeorado».
Y preguntada por la posibilidad de que Mas se radicalice para contar con el apoyo de ERC, ha advertido de que el presidente de la Generalitat «ya está radicalizado» y por eso CiU «ha tenido el resultado que ha tenido».
De ahí que no crea que el PP tenga que tomar partido para evitar esa alianza: «No sé en qué más se puede radicalizar el señor Mas. La función que podrían tener otros partidos para evitar la radicalidad es imposible, no puede estar más radicalizado», ha señalado.
La dirigente popular también ha dicho que debe de ser CiU la que haga las «valoraciones oportunas» sobre cuál debería ser el futuro de Artur Mas, quien convocó unas elecciones que «no eran necesarias» cuando tenía 62 escaños y se ha quedado con cincuenta.
«No sé -ha referido- lo que le pedirá su partido, lo que sí sé claro es que el señor Mas convocó con 62 escaños y ahora tiene 50, supongo que en su partido tendrán que hacer las valoraciones oportunas».
«Él hizo de estas elecciones un plebiscito y los plebiscitos se ganan o se pierden y es Convergencia la que tiene que hacer esa lectura», ha añadido.
Lo que está claro en su opinión es que Mas ha perdido muchos apoyos y muchos escaños y «no tiene una situación clara» a la hora de presentar su programa de gobierno, de salir investido y después «gobernar, que es lo más difícil».