El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado este miércoles ante el Pleno del Congreso que está tomando medidas que no le gustan, como subir impuestos, pero ha recalcado que es «lo único que se puede hacer para salir de esta postración». «Hacemos lo que no nos queda más remedio que hacer, tanto si nos gusta como si no», ha enfatizado.
Así lo ha manifestado tras anunciar ante el Pleno un duro paquete de medidas para cumplir con el déficit, que incluye la suspensión de la segunda paga extraordinaria de funcionarios y la reducción de los 'moscosos' y liberados sindicales; una subida del IVA al 21 por ciento; un recorte en la cuantía de la prestación por desempleo para los nuevos perceptores; o una nueva reforma de las pensiones para abordar la jubilación anticipada.
El jefe del Ejecutivo ha dedicado la parte final de su discurso a justificar los duros recortes, haciendo hincapié en reiteradas ocasiones que España está viviendo «una situación extraordinariamente grave» que hay que corregir «con urgencia».
MEDIDAS «NO AGRADABLES» PERO IMPRESCINDIBLES»
«Tenemos que salir del atolladero y necesitamos hacerlo cuando antes. Y aquí no caben ni fantasías ni ocurrencias», ha aseverado, para reconocer que los nuevos ajustes «no son agradables» pero «son imprescindibles».
En este sentido, ha reiterado que «no hay mucho para escoger» y que, por lo tanto, está haciendo todo aquello que «no queda más remedio», tanto si gusta como si no. «Hago lo único que se puede hacer para salir de esta postración. No pregunto si me gusta. Aplico las medidas excepcionales que reclama un momento excepcional», ha asegurado.
Para apoyar sus tesis ha confesado que él es el primero en hacer lo que no le gusta, ya que prometió bajar los impuestos y los está subiendo. «No he cambiado de criterios y no renuncio a bajarlos en cuanto sea posible, pero han cambiado las circunstancias y tengo que adaptarme a ellas», ha proclamado, cosechando un aplauso de los suyos y el abucheo de los partidos de la oposición.
Tras insistir en que «las circunstancias no son tan generosas», ha señalado que la única opción que la realidad permite es «aceptar los sacrificios y renunciar a algo» o «rechazar los sacrificios y renunciar a todo». «La única pregunta que debe importarnos es: ¿servirá de algo? ¿servirá de algo tanta estrechez y tantas apreturas? La respuesta es un 'sí' con toda rotundidad», ha enfatizado.
PIDE APOYO A LOS PARTIDOS DE LA OPOSICIÓN
Según Rajoy, el camino que ha marcado el Gobierno con los nuevos ajustes es «el único que conduce a la recuperación» y es el que va a recorrer «sin vacilaciones». Eso sí, a renglón seguido ha pedido la colaboración de toda la sociedad, empezando por los partidos de la oposición.
«Que nadie piense que esto lo puede resolver un Gobierno en solitario. Exige la colaboración de todos cuantos tienen la obligación de contribuir al esfuerzo común», ha asegurado, con una mención a los parlamentarios, a las comunidades autónomas, a los ayuntamientos, a los empresarios y trabajadores y a los medios de comunicación.
A su entender, o trabajan «todos unidos» para lograr los mismos objetivo, o los esfuerzos serán «estériles». «O demostramos, de verdad, que somos una nación dispuesta a sacrificarse para conquistar un futuro mejor, o no merecerá la pena el esfuerzo», ha resaltado.
El presidente del Gobierno ha admitido que «duele» que los ingresos se reduzcan y que suban los impuestos. «Pero hemos de hacerlo porque gracias a esos sacrificios individuales podremos salvar lo que compartimos», ha dicho, para mostrarse convencido de que al final del sacrificio vendrá la «recompensa».
En opinión del jefe del Ejecutivo, España «tiene solución» porque conserva fortalezas económicas, estructurales, demográficas e incluso morales que permitirán que «abandone este atasco de la finanzas y del déficit» recuperando todo lo que se ha perdido.
NO SERÁ UN «SACRIFICIO ESTÉRIL»
Aunque la tarea no es «sencilla», «exigirá sacrificios» y «llevará tiempo», ha abundado en que no será un «sacrificio estéril». Y su Gobierno, ha proseguido, que ha sido elegido por los españoles para sacar al país de la crisis, «cumplirá con su deber, hasta lograr lo que pretende».
«Lo haremos porque nos empuja, por encima de todo, esta cifra de más de cinco millones de personas que no pueden trabajar. Ese es nuestro mayor acicate, y no la prima de riesgo, ni el coste de la deuda, ni la salud financiera», ha indicado.
Rajoy ha insistido en que le importa más la cola del desempleo que todos los equilibrio de la economía, si bien debe poner atención a esto último porque «de ellos depende el futuro de la cola del desempleo».
«Ésta es nuestra legitimidad moral. Esto es lo que da sentido al esfuerzo, al sacrificio y a las privaciones», ha manifestado, para concluir que su Ejecutivo, con la ayuda de todos los españoles, seguirá hasta el final «sin cambiar el rumbo, ni el ímpetu, ni la constancia».