Los bloqueos en los accesos a cárceles catalanas que protagonizan funcionarios de prisiones han obligado a mantener en sus celdas a la mayoría de reclusos de los centros Can Brians I y II de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), que suman casi 3.000 internos.
Según informaron fuentes del Departamento de Justicia, concentraciones de funcionarios mantienen bloqueados desde primera hora de ayer los accesos a las prisiones Can Brians I y II, Quatre Camins de La Roca del Vallès (Barcelona) y Tarragona.
Con estas protestas, los funcionarios pretenden forzar las conversaciones que desde hace un mes mantienen con Servicios Penitenciarios sobre los recortes salariales, una negociación que estaba pendiente de una reunión prevista para ayer y que Justicia desconvocó a raíz de los bloqueos.
La concentración que tuvo mayores consecuencias es la organizada en la carretera de acceso a las cárceles Can Brians I y II, donde unos 200 funcionarios impidieron el relevo de los funcionarios del turno de noche montando barricadas a las que prendieron fuego para evitar el acceso de los vehículos.
Las protestas obligaron a mantener recluidos en sus celdas a la mayoría de presos de las dos prisiones de Sant Esteve Sesrovires, con la salvedad de algunos módulos excepcionales como el de psiquiatría, e impiden las visitas previstas de los reclusos con sus abogados y también con familiares.
Diligencias suspendidas
Fuentes sindicales señalaron que ayer era día de visitas en las cárceles catalanas, que se están suspendiendo debido a los bloqueos, lo que puede aumentar aún más el malestar de los presos que a consecuencia de las concentraciones no pueden salir al patio y seguir sus actividades con normalidad.
El director general de Servicios Penitenciarios, Ramon Parés, ha afirmó ayer que le avergüenzan las conductas de los funcionarios de prisiones en su pulso con la administración y les ha advertido de que los bloqueos a las cárceles pueden provocar tensión por la suspensión de visitas.
El bloqueo en las cárceles catalanas que llevan a cabo los funcionarios de prisiones obligó a suspender, sólo en los juzgados de Barcelona, una veintena de diligencias, entre juicios, ruedas de reconocimiento y procesos de instrucción.
Además, las reivindicaciones de los funcionarios han provocado que sólo en Barcelona un total de 41 presos no hayan podido llegar a los juzgados.