Agradecido a todos, contento y sin haber dejado de sonreír desde su llegada a España el pasado jueves, Benedicto XVI ha desgranado en cuatro intensos días un mensaje eminentemente pastoral, y se ha despedido, emocionado, con la promesa de rezar para que España supere sus actuales desafíos.
Han sido unos días intensos para reafirmar la fe de los jóvenes católicos, en un Madrid -escaparate del mundo- que ha superado temperaturas de 37 grados en el termómetro y en la ilusión y entrega con la que más de un millón de jóvenes peregrinos han puesto con su respuesta a la llamada del Papa el broche de oro al esfuerzo, durante meses, de miles de voluntarios, culminada en la misa de ayer en Cuatro Vientos en la que participaron casi todos los desplazados.
Acuerdo general
La capital de los jóvenes del mundo, como denominó el pontífice a Madrid horas después de su llegada, ha sabido estar a la altura de esta inmensa fiesta de la fe católica en cuanto a organización, respuesta y acogida, así como lo han estado las administraciones municipales, autonómicas y del Estado, a pesar de algunas críticas.
El Gobierno y el Partido Popular han coincidido a la hora de felicitar a la Iglesia por el «éxito» de la Jornada Mundial de la Juventud, mientras que el PSOE ha destacado el «respeto» entre los planteamientos del Vaticano y del Ejecutivo español.
En la última jornada de la visita del Papa a Madrid, con motivo de la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud, el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, ha hecho balance de este encuentro que ha congregado en la capital de España a más de un millón de personas.
Jáuregui ha resaltado el interés de la Iglesia de que el mensaje del papa en esta visita no tuviera contenido político, sino que estuviera dirigido a los jóvenes y fuera una pastoral católica.
Colaboración
Por ello, el Papa, ha dicho Jáuregui, ha sido «profundamente respetuoso con cualquier ámbito político de España» y ese «respeto» también se lo ha manifestado el Gobierno, que ha colaborado con la Iglesia «con absoluta lealtad».
Por su parte el presidente del PP, Mariano Rajoy, ha considerado también que la Jornada Mundial de la Juventud ha sido un «éxito rotundo» y ha destacado «la alegría» y el «buen ambiente» de los participantes en la misma, algo «realmente reconfortante -ha dicho- en los tiempos que vivimos».
En declaraciones a la Cadena Cope, Rajoy resaltó «lo que transmitían las caras de la gente» con la que se ha encontrado durante estos días en Madrid. «En el mundo hay mucha gente buena que merece la pena y merece ser respetada y trabajar por ellas», aseguró.