La organización terrorista ETA se muestra dispuesta a «aceptar un mecanismo de verificación informal» del alto el fuego «permanente y de carácter general» que anunció el pasado 10 de enero. En un comunicado publicado ayer por el diario Gara, la banda armada dice que, pese a ser consciente de que no cuenta con el «reconocimiento oficial» de los gobiernos, está dispuesta a «aceptar» esta verificación. ETA considera en su nota que «es factible y que puede constituirse una comisión internacional» para desarrollar esta labor.
La organización terrorista opina que los Gobiernos español y francés «no quieren que la comunidad internacional verifique el alto el fuego general y permanente» porque «pese a la hipocresía y la intoxicación quedaría acreditado, también en el plano internacional, que la única violencia existente en Euskal Herria es la que generan los propios Estados».
La banda armada afirma que con su actitud, ambos Estados pretenden «cerrar la puerta al ámbito internacional a lo que ellos llaman conflicto vasco, para así violar la voluntad de los vascos sin que medien testigos». En su nota, ETA dice que, a pesar de ello, se reafirma en la decisión que hizo púbica en su declaración del pasado 10 de enero, al tiempo que avanza su disposición a «aceptar un mecanismo de verificación informal» del alto el fuego.
Aunar fuerzas
La banda expresa asimismo su compromiso por «alimentar y llevar a buen puerto la resolución democrática» del conflicto, con la mira puesta en la consecución de «la libertad y la paz para Euskal Herria». Hace un llamamiento a las fuerzas políticas, sociales y sindicales vascas y a toda la ciudadanía, para que «aúnen fuerzas, adopten compromisos y den nuevos pasos por la libertad y contra la represión».
ETA constata además que en el escenario político vasco existen dos bloques diferenciados: el primero, en el que se incluye a sí misma, formado por aquellos que desean «abrir un escenario de libertad»; y el segundo, constituido por «los que pretenden mantener la imposición y el bloqueo». «Una de las características principales del momento -añade- es la confrontación entre quienes queremos desarrollar el proceso democrático de cara a una solución definitiva del conflicto y aquellos que pretenden cerrar la oportunidad abierta». La banda terrorista critica asimismo a los gobiernos español y francés porque «no es compatible que en ciertos ámbitos se exprese una supuesta voluntad para la solución y, por otro, se mantenga la estrategia represiva».