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La Selección, estrella absoluta de los Príncipes de Asturias

Don Felipe y Doña Letizia, junto a los presidentes de los jurados y los galardonados en la trigésima edición de los Premios Príncipes de Asturias, durante la audiencia que les han ofrecido esta mañana.

| Oviedo |

Han sido pocos pero el recibimiento recibido en Oviedo ha sido el más caluroso de la tarde. Los jugadores de 'la Roja' que finalmente han podido acudir a recibir el Premio Príncipe de Asturias del Deporte 2010 han causado el delirio entre las muchas personas que se han congregado a las puertas del Teatro Campoamor de Oviedo.

Dos de los más fotografiados han sido Iker Casillas y Sergio Ramos, junto con Xavi y el portero Pepe Reina, que junto con varios de sus compañeros, así como del seleccionador nacional, Vicente del Bosque, que han recibido de manos del Príncipe de Asturias el galardón.

El seleccionador se ha saltado por un momento el protocolo y ha invitado a salir a saludar al público a su predecesor en el cargo, Luis Aragonés.

En su discurso, un sereno del Bosque ha destacado la responabilidad que supone representar las ilusiones de millones de personas, y ha resaltado los valores que "van más allá de los éxitos" y que representa la Selección: esfuerzo, disciplina, humildad y solidaridad.

Treinta años de premios

Bajo un tenue sol, los 1.200 invitados a la ceremonia han comenzado a ocupar los asientos del Teatro dos horas antes del inicio del acto. Pasadas las 18.00 han llegado al Campoamor autoridades locales, como el alcalde de Oviedo; autonómicas, como el presidente del Principado, Vicente Alvarez Areces, y la presidenta de la Junta, María Jesús Alvarez; y nacionales, como las ministras de Cultura, Sanidad y Ciencia e Innovación y la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas. Junto a ellos, han acudido personalidades como el diseñador Modesto Lomba y un habitual a la cita, el presidente cántabro, Miguel Angel Revilla.

Los representantes de The Transplantation Society y de la Organización Nacional de Trasplantes, Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, han encabezado la llegada de los galardonados, que han cerrado entre vítores los diez representantes de la selección española de fútbol, acompañados por el técnico internacional, Vicente del Bosque.

Tras el tradicional saludo de la reina doña Sofía, y después de que don Felipe y doña Letizia ocupasen su lugar en la mesa presidencial, el acto de entrega ha comenzado alrededor de las 18.35 horas amenizado por el Himno de España, interpretado por un grupo de gaiteros de la banda 'Ciudad de Oviedo'.

A continuación, han pronunciado los discursos el presidente de la Institución, Matías Rodríguez Inciarte, y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, el libanés Amin Maalouf. Inciarte ha hecho un alegato en favor de la cultura en un mundo, ha dicho, «asediado por incertidumbres y dificultades económicas», mientras que Maalouf ha alertado del «retroceso ético» que padecerá la sociedad durante el presente siglo XXI.

Tras la intervención de ambos, los ganadores de Cooperación Internacional, Artes, Investigación Científica y Técnica, Letras, Concordia, Ciencias Sociales, Comunicación y Humanidades y Deportes han recogido el diploma y la insignia acreditativos de manos del Príncipe de Asturias. Cada uno de los ocho galardones está dotado además con 50.000 euros y una escultura creada expresamente por Joan Miró para estos galardones.

Reconocimiento a Aragonés

Tercero en intervenir, y pionero en su categoría, el entrenador de la selección española de fútbol, Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, Vicente del Bosque, que ha protagonizado uno de los momentos más emotivos de la noche invitando a salir al ex selecionador nacional, Luís Aragonés, reconociendo la labor de éste con el combinado nacional.

El sociólogo Zygmunt Bauman, Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2010, se ha referido a Miguel de Cervantes Saavedra como «el autor de la novela más grande jamás escrita, pero también, a través de esa novela, padre fundador de las humanidades». Por su parte, su colega Alain Touraine ha vinculado el futuro a «nuestra capacidad de combinar la defensa de la pluralidad de las culturas con el universalismo de los derechos fundamentales políticos sociales y culturales».

En uno sus discursos más destacados del año, don Felipe se ha mostrado partidario de «fortalecer» las instituciones españolas porque a través de ellas «se pueden y deben articular las soluciones que esperan los ciudadanos». «El objetivo es generar «otra vez» la ilusión y la confianza en proyectos que integren y cohesionen cada día más a los españoles», ha dicho.

Ultimo en intervenir, el Príncipe de Asturias ha recordado los «intensos días» que cientos de millones de personas vivieron este verano con la selección española de fútbol, de la que destacó su «voluntad y tesón», una deportividad «máxima» y una lección de «humildad».

Acompañado por doña Letizia y arropado por el calor de una Asturias volcada en sus premios más internacionales, el inspirador de los galardones ha clausurado el acto y convocado la edición de 2011 de los Premios Príncipe de Asturias, que han superado ya tres décadas de historia.

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