El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha garantizado hoy que continuará trabajando para que las nuevas iniciativas y reformas que haya que adoptar puedan sacarse adelante con «más consenso» en el Parlamento.
Así lo ha manifestado el presidente al abandonar el hemiciclo del Congreso, minutos después de que el pleno convalidase por un solo voto de margen el decreto-ley de medidas de ajuste aprobado por el Consejo de Ministros la pasada semana.
El resultado de la votación, según el jefe del Ejecutivo, ha sido «el esperado» ante un texto «difícil» y ha agradecido a los grupos que se han abstenido (CiU, Coalición Canaria y UPN) su «responsabilidad» para facilitar la convalidación del decreto.
Zapatero ha señalado que hoy el Congreso ha sacado adelante «un texto difícil, como todo el mundo puede comprender», y ha subrayado que desde el Gobierno y el grupo socialista se continuará trabajando «para que las nuevas iniciativas y reformas puedan tener más consenso parlamentario».
Las declaraciones de Zapatero a su salida del hemiciclo se han producido en medio de un gran tumulto de cámaras, fotógrafos y redactores de los medios de comunicación que prácticamente impedían el paso al presidente, acompañado por el portavoz socialista, José Antonio Alonso.
De hecho, al ser preguntado por una informadora si en esta votación el Gobierno se ha quedado solo, Zapatero ha ironizado asegurando que «no parece que esté muy solo, al menos de periodistas».
Abstención
El diputado de CiU Josep Antoni Duran Lleida basó hoy su abstención en la votación del decreto de recorte del déficit en que si no se aprueba la situación sería peor y pidió la dimisión del presidente del Gobierno.
Durante su intervención, Duran subrayó que si el real decreto-ley no recibe hoy el beneplácito de la Cámara Baja la situación de los pensionistas sería peor y los funcionarios también estarían en peores condiciones para poder cobrar su nómina.
Resaltó que no desea que España sea intervenida como lo ha sido Grecia porque el precio político será superior para funcionarios y pensionistas, quienes, insistió, no son el problema, sino que lo es el propio presidente del Gobierno.
Partido Popular
El líder del PP, Mariano Rajoy, confirmó hoy que el voto en contra de su formación al decreto-ley antidéficit del Gobierno por considerar que es «improvisado, insuficiente e injusto». Además, le dijo al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que ni merece ni está en condiciones de pedir el respaldo del PP porque se ha convertido «en el principal problema de la economía española».
«Este decreto-ley simboliza el fracaso de toda su política y no solo la económica y, desde luego, mi grupo parlamentario no va a contribuir con su voto a que su problema, el principal de la economía española, usted, siga ahí. Y si otros lo hacen será su responsabilidad, la nuestra está muy clara», afirmó Rajoy en el Pleno, cosechando los aplausos de la bancada popular.
El líder de la oposición denunció que el Ejecutivo haya aprobado un decreto que «deposita en los más débiles las consecuencias del despilfarro irresponsable del señor Rodríguez Zapatero», como los pensionistas. «*De verdad no había 1.500 millones de euros en los Presupuestos Generales, de verdad que no los había? --se preguntó--. Los hay».
Lo primero que dijo el presidente del PP al subir a la tribuna de oradores es que su partido iba a votar en contra del decreto. «Simple y claramente no, eso es lo que dice el PP al decreto», exclamó, tras calificarlo de «improvisado, insuficiente e injusto».
Aunque en principio estaba previsto que tomara la palabra el coordinador de Economía del partido, Cristóbal Montoro, finalmente fue el líder de la oposición el encargado de subir a la tribuna de oradores tras la intervención de la ministra Elena Salgado.
Gobierno
Por su parte, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, ha pedido hoy a los grupos parlamentarios que apoyen las medidas de recorte propuestas por el Ejecutivo que ha considerado «imprescindibles y urgentes», así como determinantes para el desarrollo de la economía en los próximos años.
Salgado ha dicho que, aunque los indicadores económicos presentan una tendencia a la mejoría y España se ha incorporado desde comienzos de año a la recuperación de la economía mundial, ésta no está exenta de riesgos.
Ha reiterado que las dos preocupaciones principales del Ejecutivo son el paro, «objetivo -ha dicho- absolutamente prioritario», y la reducción del déficit, «condición imprescindible para impulsar la actividad económica y el empleo», ha subrayado.
La vicepresidenta ha reconocido que el conjunto de medidas para acelerar la reducción del déficit comportará un «gran esfuerzo» para los pensionistas y los empleados públicos.
Por ello, ha valorado el trabajo y dedicación de policías, educadores y sanitarios, entre otros, de quienes ha dicho que son «excelentes profesionales y servidores públicos» y les ha asegurado que la reducción de sus salarios servirá para que «otros muchos ciudadanos puedan seguir protegidos ante el desempleo que padecen y se pueda garantizar a las próximas generaciones el Estado de bienestar conseguido entre todos».
Tras calificar la fase económica actual de «la más compleja e intensa en muchas décadas», ha insistido en «la necesidad evidente de aplicar sin dilaciones» este plan de ajuste, porque lo requiere la crisis, lo demanda el compromiso europeo de mantener la estabilidad monetaria y, sobre todo, porque es imprescindible generar confianza y credibilidad.
«Podemos y debemos hacerlo», ha insistido, tras añadir que la determinación del Gobierno es plena y resuelta para conseguir el objetivo de reducir el déficit público al 3% en 2013, «pese a las dificultades que entrañan algunas medidas».
Al respecto, ha recordado la rebaja salarial media del 5% de los empleados públicos, los acuerdos de no disponibilidad de crédito para ayuntamientos y comunidades autónomas, así como la congelación de la revalorización de las pensiones.
Sobre el recorte salarial en los empleados públicos ha destacado el ahorro total de 535 millones de euros que supondrá en 2010, sumado a los 1.035 millones que representará en 2011, y ha cifrado el efecto en las administraciones territoriales en 1.765 millones para este año y en 1.465 millones en 2011.
Además, se ha referido al recorte en 300 millones de euros de la ayuda oficial al desarrollo, de las inversiones, que sumaría un ahorro de 3.870 millones en los dos próximos años, a la eliminación del cheque por nacimiento de hijo y a la reducción del gasto de los medicamentos.
Salgado ha reiterado que el plan de ajuste repercutirá negativamente en el crecimiento de la economía para 2011, que dijo será cinco décimas por debajo del inicialmente previsto y llegará al 1,3%.
No obstante, ha insistido en que esta reducción del déficit servirá para reducir la incertidumbre y tendrá finalmente un impacto positivo en la economía, al tiempo que ha añadido que la demanda privada debe tomar el relevo del gasto público, por lo que ha subrayado la necesidad de actuar para la reactivación del sector privado.