José Luis Rodríguez Zapatero aseguró ayer ante la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE que nos encontramos ante el inicio de la recuperación económica, pero advirtió que se mantendrá la crisis del empleo. Zapatero, que presidió la primera reunión de la dirección socialista tras las vacaciones estivales, dijo a sus compañeros de partido que los principios de la política económica del Gobierno serán el rigor y la solidaridad.
En esa línea, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, aseguró en rueda de prensa que la dirección socialista está de acuerdo con la necesidad de aumentar los recursos públicos para mantener las políticas sociales a través de una subida de impuestos y ha garantizado que habrá «austeridad estricta en todo lo demás». Pajín manifestó que la política fiscal permite a los gobiernos adaptarse a la situación por lo que en este momento de crisis económica es necesario aumentar los ingresos del Estado «sin tocar en exceso el régimen fiscal de los asalariados y las empresas».
La 'número 3' del PSOE señaló que no existen discrepancias en la familia socialista sobre la conveniencia de retocar la fiscalidad y aseguró que el PSC respalda la medida, dejando entrever que el conseller de Economía de la Generalitat de Catalunya, Antoni Castells, contrario a la subida, se desmarca de la opinión general de su partido. Sin embargo, la secretaria de Organización socialista no quiso precisar acerca de los planes del Gobierno en materia fiscal, asegurando que las medidas aún deben ser consensuadas con los partidos políticos y los agentes sociales.
Únicamente manifestó que la reforma se basará en tres principios básicos: que «quien más tenga, más esfuerzos debe hacer»; que en España hay margen para la presión fiscal; y que no se va a gravar ni a las rentas del trabajo ni a la actividad económica. No indicó Pajín si la subida impositiva se centrará en el IVA, aunque sí destacó que el aumento de impuestos afectará a las rentas de capital y no a las rentas de trabajo.
Leire Pajín también se refirió a las críticas del vicesecretario de comunicación del PP, Esteban González Pons, quien responsabilizó a la Fiscalía de estar detrás de las filtraciones en el 'caso Gürtel', que implica a varios militantes y cargos del PP en esta trama de corrupción. Según Pajín, «atacar al adversario político es una cosa pero calumniar a las instituciones del Estado con ello es algo muy diferente. Lo primero es legítimo en democracia, cada uno elige su forma de hacer oposición, pero lo segundo es totalmente inadmisible».
La dirigente socialista aseguró que eso es lo que están haciendo ahora el PP, algo que ha equiparado a la «teoría de la conspiración» en torno al 11-M, subrayando que en ambos casos este partido está impulsando «una campaña de imputaciones calumniosas».