Faltos de realidad y de consenso, carentes de austeridad y poco solidarios, son algunos de los calificativos que recibieron los Presupuestos de las fuerzas políticas que presentaron enmiendas a la totalidad (PP, CiU, IU-ICV, ERC, CC y UPyD) a las cuentas del Estado de 2009. En el debate de estas enmiendas, el vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, mostró su desacuerdo con ello, y aseguró que los Presupuestos son «coherentes con el contexto económico, apropiados y útiles» para contribuir a superar las dificultades que afectan a los españoles.
Solbes admitió que el PIB permanecerá débil durante varios trimestres más, tocando fondo durante 2009 para después iniciar una gradual reactivación. El vicepresidente aseguró que la «convulsión» financiera es fuente de preocupación, no sólo ya para los gobiernos, las entidades financieras y las empresas, sino también para los ciudadanos en general. En este sentido, auguró que finalmente surgirá un nuevo sistema financiero, «que será distinto y probablemente redimensionado», pero, continuó, «con toda seguridad más sólido».
Asimismo, reconoció que es difícil captar recursos en los mercados internacionales, «que se encuentran virtualmente cerrados», y añadió que si continúa esta situación, será inevitable una mayor restricción del crédito, con el correspondiente impacto negativo sobre la actividad económica real en España, y en última instancia, sobre el empleo.
El líder del PP, Mariano Rajoy, acusó al Gobierno de cometer el error de no buscar un consenso amplio sobre la política económica que se refleja en los Presupuestos Generales del Estado de 2009. Durante su intervención, Rajoy señaló que el Ejecutivo ofrece un presupuesto virtual, «para salir del paso, del que no han querido pactar ni la fecha, sino que lo adornan con frivolidades».
Rajoy subrayó que el Gobierno ha perdido una oportunidad «preciosa» para mostrarse menos soberbio, aceptar las ayudas que se le han ofrecido y buscar la fuerza de un acuerdo consistente. En este sentido, indicó que la confianza se recupera diciendo la verdad y aunando voluntades, características que, a su juicio, no ha sabido llevar a cabo el Gobierno.