El que fuera portavoz del PP en la pasada legislatura, Eduardo Zaplana, ha fichado como delegado de Telefónica para Europa y anunció ayer su abandono de la política al entender que es lo mejor para él y para el partido en «este momento político». El anuncio de su marcha saltó a la luz en el primer día de pleno en el Congreso después de la sesión de investidura del presidente del Gobierno, justo cuando el líder del PP, Mariano Rajoy, presidía la reunión del grupo parlamentario popular que designó a los portavoces de su partido en las comisiones de la Cámara Baja.
Con un sabor «agridulce», después de 18 años en primera línea política y tras haber renunciado a continuar como portavoz del grupo parlamentario popular en esta legislatura, Zaplana acudió ayer al Congreso para firmar su renuncia al escaño. Antes de formalizar ese trámite, el propio Zaplana explicó a los medios de comunicación que se ha «acabado una etapa» y que deja la política con la «satisfacción del deber cumplido».
Perdidas las elecciones, Zaplana optó por pasar a segunda fila voluntariamente y rechazó las ofertas «generosas» que la dirección del PP le ofreció. «Después ha llegado esta oferta y creo que es lo mejor para mí, para el partido, para este momento político y por eso he aceptado», ha dicho Zaplana, antes de añadir que «lo mejor en la vida es la sensación y la satisfacción del deber cumplido», de «haber dado todo» lo que estaba en su mano y haber hecho todos los «esfuerzos».
Telefónica ha argumentado que el fichaje de Zaplana obedece al deseo de la compañía de reforzar su equipo internacional, que cuenta con una oficina en Bruselas y operaciones en Reino Unido, Alemania, Irlanda, República Checa y Eslovaquia. Zaplana reportará directamente al presidente de la compañía, César Alierta, y pasará a ser miembro de los Consejos de Administración de Telefónica O2 Europe y de Telefónica O2 República Checa.