El pesimismo que sobrevuela la economía española, unido a la pérdida creciente de poder adquisitivo de las familias, provoca los peores datos de ventas registrados en los concesionarios de automóviles en los últimos quince años.
Las matriculaciones de automóviles en España se situaron en 124.698 unidades el pasado mes, lo que representa un desplome del 28'2% respecto al mismo mes de 2007 y la mayor caída desde abril de 1993. Los fabricantes prevén que las matriculaciones caerán hasta un 10% en 2008, si se mantiene la debilidad del mercado.
En los tres primeros meses del año, las ventas de turismos y todoterrenos alcanzaran las 347.734 unidades, lo que se traduce en un retroceso del 15'3% en comparación con el mismo período del ejercicio precedente, según datos de las asociaciones de fabricantes (Anfac) y vendedores (Ganvam).
Anfac explicó el descenso del mercado registrado en marzo por el efecto estacional derivado de las vacaciones de Semana Santa, el incremento de la fiscalidad para los todoterrenos y la supresión del Plan Prever.
La asociación asegura que en esta «importante caída» han influido factores específicos y coyunturales como que el mes pasado tuvo tres días laborables menos y que la comparación se produce con los meses en los que hubo mayores aumentos en 2007. A estas situaciones hay que añadir «un deterioro de la situación económica», que se ha visto intensificada en los primeros meses del año, una evolución del empleo peor de la prevista y una escasez de la renta disponible de las familias.
El mercado de particulares y de empresas no alquiladoras registró, con un 29'3% y un 19'1%, su mayor caída en los tres primeros meses del año.