Después de que en las últimas semanas numerosos grupos independentistas se manifestaran en las calles de Cataluña en favor de la independencia y contra la monarquía y la Constitución, ayer fue el turno de quienes piensan que el marco actual debe permanecer tal y como está. Unas 2.000 personas respaldaron la convocatoria realizada por Ciutadans-Partido de la Ciudadanía (C's) y recorrieron las principales avenidas de Barcelona en una marcha bajo el lema 'Por la convivencia y el respeto a las instituciones democráticas. El líder de la formación, Albert Rivera, aseguró durante la misma, que muchos españoles creen que se debe «salir a la calle y decir que en España hay muchos ciudadanos que respetamos la democracia y el pacto constitucional».
En clara respuesta a los independentistas que en los últimos días desafiaron la ley con la quema de imágenes de los reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía, los asistentes gritaron consignas como 'libertad, libertad', 'viva España y viva cataluña' o 'España se siente, España está presente', portando pancartas en las que se podían leer lemas como 'el nacionalismo perjudica seriamente la salud' o 'hablo español, denúnciame'.
La manifestación transcurrió sin incidentes importantes, si bien se vivieron momentos de tensión cuando, en plena Vía Laietana, un joven increpó a los participantes con gritos como «españoles, españolistas y fachas», lo cual provocó que algunos de ellos intentaran agredirle, aunque la trifulca no llegó a más. Así, Rivera quiso dejar claro que se trataba de la primera marcha convocada por C's, y que lo que pretendían era hacer una reivindicación de forma cívica y con talante pacífico.
Antes de partir de la plaza de Urquinaona de la Ciudad Condal, el fundador del Foro de Ermua, Iñaki Ezkerra, procedió a la lectura de un manifiesto en el que denunció, en nombre de C's, el ataque a las instituciones y sus símbolos llevado a cabo, a su juicio, por el nacionalismo político. En contra del «monolingüismo de tintes xenófobos» y del «odio al español» Ezkerra exigió a la ciudadanía que se posicione- en una «defensa inequívoca de nuestras instituciones democráticas para impedir el ataque al que son sometidas».