El Gobierno y el PSOE apelaron ayer a las normas del Estado de Derecho y a la Constitución para censurar la iniciativa del lehendakari, Juan José Ibarretxe, de convocar una consulta popular sobre el futuro de Euskadi y asegurar que «está destinada al fracaso».
Por su parte, el líder del PP, Mariano Rajoy, instó al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, a que haga «cumplir la ley» porque es su «principal obligación» como presidente. A su juicio, Zapatero «lleva tres años y medio escuchando a Ibarretxe e Ibarretxe escuchándole a él, y el resultado de ese diálogo y de la exclusión del PP es lo visto ayer».
El Gobierno, por medio de la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó que la propuesta de Ibarretxe, cuya fecha de celebración adelantó el viernes el propio lehendakari, el 25 de octubre de 2008, es «un desvarío» en el que «lo más preocupante» no es tanto su contenido como su «radical desconexión de la realidad».
Por ello, advirtió de que «las reglas que marca el Estado de Derecho no son normas que puedan saltarse a la torera».
En la defensa de la Constitución y de las leyes ahondó el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para quien la puesta en marcha de una consulta popular mediante la que la ciudadanía vasca se exprese sobre el futuro de Euskadi es una iniciativa «destinada al fracaso», ya que «no cabe pactar con el presidente del Gobierno nada fuera» de la Carta Magna.
Tras recordar que el llamado plan Ibarretxe terminó igualmente en «fracaso», el ministro señaló que la propuesta del lehendakari responde a una «estrategia electoral» y como tal, añadió, hay que tratarla.