El objetivo del PNV tras la decisión de su presidente Josu Jon Imaz de no presentarse a la reelección es buscar un candidato con el «máximo consenso», según afirmaron dirigentes de este partido, en el que imperaron ayer la prudencia y el silencio, frente a las cábalas de otras formaciones sobre su futuro. El presidente del PNV en Navarra, José Angel Agirrebengoa, miembro de la ejecutiva del partido nacionalista, aseguró que ahora el objetivo es hacer «un proceso electoral con el máximo consenso posible» tanto en el candidato como en la ponencia política.
Negó que la retirada de Imaz pueda interpretarse como una victoria de la corriente más soberanista y precisó que eso es una opinión «interesada» para «incidir negativamente» en el proceso interno del partido.
Entre los pocos miembros del PNV que mostraron su opinión en público, ninguno de ellos afín a las tesis de Joseba Egibar, estuvieron también el senador nacionalista Iñaki Anasagasti, que se mostró convencido de que en el PNV va a «haber la suficiente cordura para buscar el camino en este túnel y salir airosos de una experiencia más» al tiempo que pidió a Egibar que también se retire de la política.
Pocas voces más se escucharon desde las filas nacionalistas, en las que, en general, predominó el silencio en el «día después» y la prudencia a la hora de hablar sobre la decisión de Imaz. Así, visible fue el silencio del diputado general de Alava, Xabier Agirre, que eludió cualquier comentario y respondió con un «hoy no toca», y el de los diputados nacionalistas en el Congreso, que se negaron a pronunciarse a pesar de la insistencia de los periodistas y se remitieron a las explicaciones dadas por Imaz.
Y frente al cierre de filas en el seno del PNV, se volvieron a escuchar las reacciones de dirigentes de los diferentes partidos, que hoy pusieron el acento en cuáles van a ser las consecuencias de esa decisión en la dirección política del partido nacionalista. Por parte del PP, su portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana, recordó que el «presidente dimisionario del PNV» era la «gran apuesta» de Zapatero, a quien avisó de que cuando se alientan las «expectativas de autodeterminación», al final «triunfan los más radicales».
Para la ilegalizada Batasuna, el abandono de Imaz «sería una buena noticia» si supusiera que su partido «abandona la vía de colaboración con el PSOE». Sin embargo, según afirmó el dirigente de la izquierda abertzale Joseba Alvarez, «hoy por hoy y hasta que no se demuestre lo contrario, la línea del PNV es la misma con Josu Jon Imaz o sin él».