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Rajoy niega su apoyo a la política antiterrorista de Zapatero

Acusa al presidente del Gobierno de «revigorizar una ETA moribunda», «traicionar a los muertos» y «meter el Pacto en el congelador»

| Madrid |

El líder del PP, Mariano Rajoy, acusó ayer al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, de «revigorizar una ETA moribunda» y de «meter en el congelador» el Pacto Antiterrorista, al que expresó su lealtad frente a los que se han propuesto «cambiar de dirección» y «traicionar a los muertos».

Durante su primer discurso en el debate sobre el estado de la nación, Rajoy acusó a Zapatero de proponerse «traicionar» a las víctimas de ETA y de permitir a la banda recuperarse, y le advirtió de que no cuente con él para que «le cubra las espaldas» y «bendiga su traición» al Pacto Antiterrorista.

En un tono duro, Rajoy destacó que Zapatero se ha puesto a «hablar en batasuno» tomando, incluso, ideas de ETA, al tiempo que reafirmó su lealtad al Pacto y matizó que es al presidente «a quien le estorba» y quien «se ha propuesto cambiar de dirección, traicionar a los muertos y permitir que ETA recupere posiciones que ocupaba antes de su arrinconamiento». Dijo que la disposición de Zapatero a «llegar hasta el final» en esta materia puede interpretarse como que está dispuesto a «saltarse la Constitución, fulminar la Ley de Partidos, deshacer el Pacto, legalizar a Batasuna, indultar a los asesinos, amordazar a las víctimas y entrometerse en Navarra». Intentó explicar los «oscuros enjuagues» del jefe del Ejecutivo con el lehendakari Ibarretxe llamando la atención sobre su negativa a impedir que Batasuna regrese al Parlamento Vasco. Tras insistir en que el Gobierno ha renunciado a la «derrota» de ETA, proclamó que pese a que el Pacto rechaza cualquier precio por la paz «usted, por el contrario, está dispuesto a que paguemos un precio por lo que nos han robado y alentemos a otros a seguir cultivando el mismo negocio sanguinario». Para el líder del PP, Zapatero ha pagado incluso «un anticipo» consistente en «permitir que los representantes de ETA ocupen sus escaños en el Parlamento Vasco». «No voy a respaldar que se negocie el futuro de España con los enemigos de España, no voy a recomendar que se pague un precio por la paz, no firmaré el armisticio de la derrota y no humillaré la dignidad de los españoles», dijo, acusando a Zapatero de promover un pacto igual al de Lizarra «pero disfrazado de Ley del Parlamento Vasco».
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