El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente francés, Jacques Chirac, defendieron ayer un apoyo rotundo y por encima de ideologías el Tratado Europeo, en un acto al que se han sumado con sendos mensajes el líder alemán Gerhard Schröder y el italiano Silvio Berlusconi. Ambos líderes certificaron ayer en Barcelona su posición favorable a la Constitución Europea sosteniendo que ello realza la unidad de Europa, traspasando fronteras geográficas e ideológicas, y que el referéndum español del 20-F será clave al inaugurar el proceso de consulta en el resto de países de la UE.
En este sentido, Rodríguez Zapatero aseguró que la decisión del 20-F no es de partido, sino de país, y consideró que prueba de ello es que ayer coincidiera en este acto con Chirac. El jefe del Ejecutivo agradeció la presencia de Chirac en el acto central de Zapatero en la campaña del referéndum, gesto que interpretó como una muestra de la unidad de Europa por el hecho de que el presidente francés sea un líder del centro-derecha y él sea un dirigente socialista y ambos defiendan con las mismas ganas y fuerzas el «sí» a la Constitución Europea.
«Eso es Europa, la unidad por encima de los pueblos y los territorios», añadió Zapatero, quien precisó que algunos pueden preguntarse si Chirac es realmente de centro-derecha comparando su actitud «con algunos de los que conocemos nosotros», en alusión a dirigentes del PP español. Elogió la «valentía» de Chirac «cuando tuvo que decir que no a la guerra (de Irak) en favor de la paz en nombre de Europa» y también expresó su satisfacción por que este acto se haya celebrado en Catalunya, ya que una Constitución Europea «da identidad común y permite sentir identidad propia a cada uno», como «la profunda identidad catalana».
Por su parte, el presidente francés se mostró convencido de que el 20 de febrero España «nos indicará el camino con un 'sí' rotundo, contundente», que «dé ejemplo a los demás europeos para que pueda seguir adelante la construcción» de la UE. Subrayó que la Constitución garantiza una mayor fortaleza de Europa al permitir trabajar juntos en materias como la seguridad, política exterior, el medioambiente o la lucha contra el terrorismo. Chirac -quien lamentó las ausencias, por gripe, del canciller alemán y del primer ministro italiano- agradeció a Zapatero la invitación y su iniciativa por un acto que demuestra «su compromiso al servicio de una España fuerte y de una Europa fuerte».