El artefacto que hizo explosión ayer en el Parque de la Alameda de Santiago de Compostela, y la colocación de otro que fue desactivado por los Tedax en las inmediaciones del Paseo Marítimo de A Coruña, constituyen el quinto ataque de la banda terrorista ETA en las costa españolas en lo que va de verano.
Un llamada de un comunicante que decía hablar en nombre de ETA al diario Gara alertó a las 11.21 horas de la colocación de ambas bombas, uno en la Alameda de Santiago y otro en una escollera situada detrás de las instalaciones deportivas de «La Solana» (A Coruña).
El primer artefacto hizo explosión minutos después del mediodía en el entorno de la iglesia de Santa Susana, en la Alameda de Santiago de Compostela, sin que se produjeran heridos, ya que la zona había sido desalojada poco antes de la detonación. Tras personarse en el lugar de la explosión, el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, señaló que no se sabe con certeza cuándo se colocó la bomba en Santiago, si bien matizó que podría haber sido colocada antes de los artefactos que hicieron explosión la pasada semana en las localidad Sanxenxo y Baiona.
En cuanto al artefacto de A Coruña, los Tedax rastrearon durante dos horas y media la zona del Castillo de San Antón Puerta Real de la capital coruñense, localizando finalmente el explosivo en un coche. Fuentes de la lucha antiterrorista aseguraron que la desactivación del artefacto facilitará a las Fuerzas de Seguridad el análisis del tipo de explosivo utilizado y la localización de posibles huellas. Desde el principio, y al no haber estallado junto con el de Santiago, la policía barajó la hipotesis de que el temporizador hubiera fallado.
La Comisión Ejecutiva Federal del PSOE expresó su «más enérgica condena» ante la explosión y amenaza de bomba ocurridas en Santiago de Compostela y A Coruña, respectivamente, y ratificó «la necesidad de fortalecer» el Pacto Antiterrorista para lograr la «unidad de las fuerzas democráticas».
Nada más conocer el suceso, el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, declaró que las acciones de ETA en Galicia forman parte de una «campaña insensata» que revela que la banda terrorista «no mejora en intenciones» y «tiene menos medios». También desde el PP, su secretario general, Mariano Rajoy, afirmó que el gobierno tiene el «apoyo incondicional» del PP contra el terrorismo.