El Gobierno asturiano espera que la explosión ayer de un artefacto de escasa potencia en Llanes, la quinta acción llevada a cabo por ETA en ocho días -tres de ellas en el Principado-, no afecte a la imagen turística de la región, mientras que el ministro del Interior, Jose Antonio Alonso, ha pedido confianza en la actuación de los cuerpos policiales.
El artefacto que estalló ayer a mediodía en Llanes, y que no provocó daños personales ni materiales, estaba colocado a unos 300 metros del lugar citado para la explosión por un comunicante anónimo que dijo hablar en nombre de ETA, y se encontraba dentro de una bolsa de basura a la entrada del puerto.
La bomba es de similares características a las que estallaron en la última semana en Asturias, la primera el día 7 en Ribadesella y la segunda el día 12 en Gijón, con un herido leve, y el mecanismo de iniciación del artefacto de ayer es de carácter artesanal e incluye una inscripción en el circuito eléctrico que hace referencia a ETA.
El ministro del Interior pidió confianza en el trabajo de las Fuerzas de Seguridad del Estado, y se mostró convencido de que los terroristas no conseguirán sus objetivos y que su pretensión con estas acciones es «alterar la normal convivencia democrática, pero no lo van a conseguir».
El Gobierno asturiano, ante la reiteración de los atentados terroristas, ha expresado su confianza en que la imagen turística de la región no se vea afectada, aunque su portavoz y consejera de Turismo, Ana Rosa Migoya, ha reconocido que estas acciones «sin duda influyen en la convivencia diaria y tranquilidad de los ciudadanos, lo que quizás sea el objetivo de los violentos».
El Gobierno Vasco ha condenado en un comunicado la explosión de este último artefacto en Llanes, ha reiterado que la paz «no depende de concesiones» y que ETA «no tiene otro camino que dejar a la ciudadanía decidir en paz y libertad», y ha señalado que «hoy todos somos asturianos y debemos alzar nuestra voz a favor de la convivencia pacífica».