La negociación de los partidos catalanes ha pasado a una nueva fase. En un intento de cumplir las exigencias de ERC, CiU propuso al PSC una reunión a tres bandas para formar el Gobierno soñado por los republicanos. Pero los socialistas apenas tardaron en rechazar esta posibilidad porque consideran que no se dan las condiciones de excepcionalidad para un gobierno de concentración.
Los republicanos creen que CiU ha buscado con esta «trampa», puesto que de antemano ambos partidos asumían el rechazo socialista, un nuevo escenario de negociación. Tanto es así que CiU propuso a ERC auditar todas las consellerias y organismos autónomos para satisfacer la otra gran exigencia de los de Josep Lluís Carod Rovira, la transparencia en la Administración autonómica.
ERC y PSC ya tenían en sus agendas una reunión este lunes a las 13.00 horas. Tras reunirse Esquerra con CiU, lanzaron a los socialistas una propuesta de reunión tripartita, «sin condicionantes previos», que suponía el «último intento» para conseguir el gobierno de concentración que busca ERC. La respuesta del PSC fue contundente. Rechazó la reunión y este modelo de Gobierno porque «no hay condiciones de excepcionalidad que justifiquen el gobierno de concentración».
Así, mantiene su apuesta de gobernar con ERC e ICV. Republicanos y convergentes tenían claro que el PSC iba a rechazar la propuesta. Joan Puigcercós, de ERC, aseguró que esta convocatoria con «trampa», instada por la federación nacionalista y condenada de antemano al fracaso, según dijo, supondría un escenario nuevo de negociación en el que no se puede presuponer nada». Josep Antoni Duran Lleida, de CiU, admitió que, con el rechazo de los socialistas a la reunión «se da por hecho que la propuesta de gobierno de concentración no es viable».