El Príncipe de Asturias y Letizia Ortiz se comprometieron ayer de manera oficial en el Palacio de La Zarzuela, con el tradicional intercambio de regalos -un anillo de oro blanco y diamantes para ella, «de diseño moderno», según dijo Don Felipe, y unos gemelos de oro blanco y con un zafiro en el centro, para él-. La conocida y prestigiosa joyería madrileña Suárez fue la elegida por ambos novios para comprar sus regalos de pedida de mano. Fue la propia Letizia quien acudió esta semana en persona a la madrileña calle de Serrano para elegir el regalo de su prometido. La periodista optó por unos gemelos en oro blanco con una piedra central, un zafiro azul talla «cabujón». En el caso del regalo del Príncipe Felipe, la sortija elegida fue una alianza en oro blanco con diamantes talla «baguette», aunque no fue elegido personalmente por él, sino por una persona «de toda su confianza» que realizó la compra en la tienda que la joyería tiene en Barcelona.
El estilo de ambas joyas es muy diferente. Si Don Felipe describió la sortija como una joya «muy moderna», fuentes de Suárez comentaron que los gemelos son «muy elegantes y sobrios». El acto contó con la asistencia de las respectivas familias: los Reyes, las infantas Elena y Cristina, con sus esposos, así como las hermanas del Rey y sus familias. Por parte de Letizia acudieron sus padres, Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano, sus hermanas Telma y Erica, junto al esposo de ésta última, Antonio Vigo, y David Rocasolano, primo de la prometida y su esposa.
Toda la familia regresó posteriormente a Zarzuela, donde se celebraría un almuerzo al que se sumaron los hijos de la infanta Elena, considerado por la Casa del Rey como íntimo y familiar. Antes del almuerzo, los prometidos se intercambiaron el resto de regalos que anunciaron en su comparecencia ante los medios: para ella, una «joya familiar», un collar de perlas y zafiros; y para él, una rara edición de 1850 de la obra 'El doncel de Don Enrique el Doliente' del «periodista», recordó Letizia Ortiz, Mariano José de Larra.