RN/AGENCIAS
A las doce y media del mediodía España quedó semiparalizada para
poder seguir de cerca la petición de mano del príncipe Felipe a
Letizia Ortiz. Los ciudadanos que pudieron interrumpieron sus
quehaceres, hicieron un alto en su trabajo para contemplar -los más
afortunados- a través del televisor, seguir a través de la radio o
utilizando el móvil para, a través de familiares y amigos,
enterarse de lo que estaba sucediendo en El Pardo. Incluso en el
Congreso, los políticos seguían a través de los televisores
instalados en los pasillos las declaraciones de los novios. Todo
ello fue posible gracias al importante despliegue llevado a cabo
por televisiones y radios, que no escatimaron esfuerzos para
ofrecer hasta el último detalle de cuanto acontecía en el Patio de
los Austrias.
En cualquier caso, donde más intensamente se vivió el acto fue en Asturias, y concretamente en Ribadesella, que por algo la novia es asturiana y además pasó muchos veranos de su infancia en esa localidad costera. Los vecinos festejaron la petición de mano, para cuyo seguimiento se instaló una pantalla gigante de televisión en la Casa de la Cultura. Unas doscientas personas, entre las que se encontraban niños que portaban banderas de Asturias y de España, se congregaron para contemplar la ceremonia y brindaron con sidra tras respaldar con aplausos las declaraciones de Letizia.
A pocos kilómetros de la capital, los abuelos de la futura esposa de Felipe de Borbón, José Luis Ortiz y Menchu Alvarez del Valle, siguieron por televisión la petición de mano en su domicilio de Sardeu, cuyos vecinos están preparando un regalo «especial» para la pareja que comprarán «por suscripción popular».