EFE-PAMPLONA
El pueblo navarro rindió ayer un emotivo homenaje a los dos
policías nacionales asesinados ayer en Sangüesa por ETA durante los
funerales oficiados en la catedral de Pamplona, a los que
asistieron, entre otros, el presidente Aznar y el ministro del
Interior, Angel Acebes.
En la ceremonia religiosa por Bonifacio Martín y Julián Embid, muertos al estallar la bomba-lapa colocada en su coche, estuvieron también presentes el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, además de las principales autoridades navarras, encabezadas por el presidente Miguel Sanz, y de otras comunidades autónomas.
Después de que los restos mortales de los dos policías fueran velados por sus familiares y allegados en la capilla ardiente instalada en la delegación del Gobierno, los féretros fueron conducidos en sendos furgones fúnebres hasta la catedral de Pamplona, donde fueron recibidos por el cabildo catedralicio, que rezó un responso en memoria de los dos fallecidos.