ETA asesinó ayer a dos policías nacionales en la localidad navarra de Sangüesa, al hacer estallar su coche con una bomba-lapa en el primer atentado que la organización terrorista comete tras las elecciones, y en el que además resultó herido muy grave un compañero de los fallecidos. El atentado mortal es el primero desde la ilegalización de Batasuna.
Cinco días después de los comicios municipales y autonómicos, ETA perpetró en Navarra el segundo atentado mortal en lo que va de año, después del registrado en Andoain (Guipúzcoa), en el que murió el jefe de la Policía Municipal y miembro de «Basta Ya», Joseba Pagazaurtundua. La acción terrorista se realizó un día después de que el Parlamento aprobara el cumplimiento íntegro de las penas por terrorismo.
El asesinato de los agentes se produjo a las 12'25 horas en la Plaza de Santo Domingo, a escasos 200 metros de la Casa de Cultura de la localidad, de donde los policías habían salido momentos antes, después de realizar sus funciones en la oficina del DNI.
Fallecieron en el acto Bonifacio Martín Hernando y Julián Embid Luna, de 56 y 53 años, respectivamente, mientras que resultó herido un tercer agente, Ramón Rodríguez Fernández, de 44, que fue evacuado al Hospital de Navarra, en Pamplona, en estado muy grave con heridas múltiples en tórax y abdomen, así como en miembros inferiores. También sufrió heridas un trabajador de Telefónica, Carlos Gallo, de 37 años, con pronóstico «reservado».
Para cometer el atentado, los terroristas adosaron una bomba-lapa en los bajos del vehículo «Citroen ZX» perteneciente al Cuerpo Nacional de Policía, con el que, sobre las nueve de la mañana, los agentes habían llegado a la localidad, como parte del equipo que se traslada a diferentes localidades para atender las oficinas del DNI.