EFE-CÓRDOBA
El periodista Julio Anguita Parrado «soñó y trabajó por otro mundo
distinto al actual y murió, pero nos queda su trayectoria vital»,
afirmó uno de los cuatro sacerdotes amigos de la familia que
ofrecieron una homilía durante el funeral del corresponsal cordobés
fallecido en Irak celebrado ayer en el tanatorio de Las
Quemadas.
Cientos de personas, entre ciudadanos, representantes políticos, sindicales y de los medios de comunicación, acudieron al acto homenaje en memoria del reportero de «El Mundo».
Por su parte, la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar (IU-LV-CA), destacó que a Córdoba «le duele la muerte del periodista Julio Anguita Parrado» y añadió que «nos desgarra su ausencia, que cada uno de nosotros maldecimos esta y todas las guerras y que pedimos la paz que se nos niega».
Aguilar maldijo la guerra de Irak «y todas las guerras». Visiblemente emocinada afirmó que «todos nosotros maldecimos esta y todas las guerras, el odio y el egoísmo que hace posible tanta muerte y pedimos la paz que se nos niega». Es siempre difícil enfrentarse a la muerte, pero es imposible entenderla cuando el que muere es un hombre joven, cuando el que muere forma parte de nuestra vida, de nuestros recuerdos».
La primera edil cordobesa quiso expresar «el cariño y la solidaridad» de todos los ciudadanos a los amigos, allegados y familia de Julio Anguita Parrado y aseguró sentirse «orgullosa de esta ciudad y de todos y cada uno de vosotros, porque habéis mostrado vuestro corazón y el alma de esta tierra».
A continuación, el actor y representante de la plataforma «Cultura contra la guerra» Vicente Gisbert presentó en nombre del mundo artístico sus condolencias a la familia y anunció que «seguiremos luchando con más fuerza que nunca para que cesen las barbaries de los 'halcones' de EE UU y así dejen de tener el poder que ostentan».Además, recitó un soneto titulado «La guerra de Aznar», en el que criticó la postura mantenida por el Gobierno central en el conflicto armado en Irak.