La celebración de la Diada, que no ha sido ajena a las tensiones entre CiU y PP por el autogobierno y al recuerdo a las víctimas de los atentados del 11-S coincidió también con el 25 aniversario de la histórica manifestación de 1977 por la recuperación de las libertades democráticas.
Decenas de independentistas catalanes gritaron a favor de Batasuna al paso de la comitiva del PP durante la ofrenda floral al monumento de Rafael Casanova. Los mossos d´esquadra detuvieron a tres jóvenes que profirieron insultos y amenazaron de muerte al PP catalán. La tradicional ofrenda floral al monumento a Rafael Casanova ha sido el escenario de la propuesta del líder del PSC, Pasqual Maragall, de que Pujol «se implique personalmente» en el «problema vasco», sobre la que el presidente catalán no se ha pronunciado.
Más explícito ha sido el conseller en cap Artur Mas, quien ha rechazado la petición de Maragall al entender que «está fuera de lugar», mientras que el ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, ha dicho que «no tiene ni pies ni cabeza».
Maragall ha lanzado otra propuesta en la recepción del Parlament en la línea de que los partidos catalanes realicen de manera conjunta la ofrenda floral de la Diada para recuperar el «espíritu unitario» de la Transición y «evitar» los silbidos e insultos ante el monumento a Rafael Casanova.
Esta proposición se ha producido el mismo día en que han sido detenidas y posteriormente puestas en libertad tres personas por proferir insultos y amenazas a la comitiva del PPC durante la ofrenda floral, situación que también se ha producido cuando los miembros del PSC realizaban este tradicional gesto.
Otro de los protagonistas de la jornada ha sido el líder de ERC Josep Lluis Carod Rovira por las críticas recibidas al desvelarse que se reunió con Batasuna para que ETA no atentara en Catalunya. Carod, que ha instado a CiU y a PSC a tener «la valentía democrática para plantar cara a la indignidad del PP», ha sido contestado por los líderes del PPC Alberto Fernández y Josep Piqué, que ha condenado el «grave error» del dirigente de ERC.