Artificieros de la Ertzaintza desactivaron ayer un coche bomba en la localidad vizcaína de Zierbena que contenía 25 kilos de dinamita titadine preparada para ser activada con un mando a distancia. El portavoz del PP en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, afirmó que el atentado pretendía ser un «especial homenaje» de ETA al aniversario de los atentados del 11 de septiembre.
A las 11 horas de la mañana llegaron los primeros artificieros de la Ertzaintza que trabajaron con ayuda de perros y un robot en la desactivación del explosivo. Después de varias detonaciones destinadas a abrir las puertas del vehículo, una furgoneta Renault Express blanca, los agentes retiraron una olla cargada con los explosivos, que ha sido introducida en un coche todoterreno de la policía vasca, así como un dispositivo de radiomando para hacer estallar el artefacto.
Poco después de las 10.30 horas, el diario 'Gara' recibió la llamada de un comunicante anónimo que, en nombre de ETA, alertaba de la existencia de un vehículo cargado de explosivos. En ese momento, el diario dio aviso a la Ertzaintza que se desplazó al lugar y localizó el vehículo descrito por el comunicante anónimo estacionado en un descampado. Minutos después agentes de la Policía Autonómica acordonaron la zona, a unos 500 metros del Ayuntamiento de la localidad, mientras técnicos en desactivación de explosivos inspeccionan la carga del vehículo, ayudados por perros y un robot. Los agentes acordonaron la zona y pasadas las doce del mediodía efectuaron dos explosiones controladas para abrir el vehículo.
El coche-bomba estaba aparcado en un lateral de la carretera N-639, entre los barrios del Puerto y la Cuesta, a unos 200 metros de la vivienda más cercana y en las proximidades de un centro de adiestramiento de perros y de instalaciones del Puerto de Bilbao. Se trata de una carretera muy transitada al ser utilizada por todos los que se desplazan desde el municipio de Santurtzi a Zierbena y a la playa de La Arena, una de las más concurridas de Vizcaya. Además, también circulan por ella numerosos vehículos pesados que se dirigen al Puerto de Bilbao.
El portavoz del PP en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, afirmó que el coche bomba de ETA era un «especial homenaje» de la banda terrorista al aniversario de los atentados del 11-S y que su acción demuestra que los etarras son tan «fanáticos, tan fundamentalistas y tan asesinos como los que mataron en Estados Unidos».
En opinión de Iturgaiz, «la salvajada» del pasado año logró concienciar a todo el mundo de que «los terroristas no tienen nombre ni apellidos, todos son iguales, se llamen Bin Laden, Al Qaeda o ETA».