Las amenazas contenidas en el comunicado fueron rechazadas ayer por todos los partidos políticos democráticos, incluidos aquellos que se oponen a ilegalizar Batasuna, como el PNV o EA, cuyos representantes utilizaron términos como «infame», «repugnante» o «inadmisible» al referirse al documento de ETA.
El Gobierno, el PP, PSOE y Coalición Canaria confirmaron que los terroristas no van a cambiar su decisión de votar a favor de la ilegalización de Batasuna en el pleno que el Congreso celebrará el 26 de agosto.
El ministro del Interior, Angel Acebes, considera la nota de ETA una «auténtica confesión» de la banda en la que demuestra cómo Batasuna «forma parte» de su entramado; «si a alguien le cabía duda sobre la identidad entre Batasuna y ETA el comunicado de ayer viene a ser una auténtica confesión de la banda terrorista». Acebes definió a la formación abertzale como el «brazo político» de la organización terrorista, y añadió que con su estrategia de «infundir miedo» ETA no va a impedir la ilegalización de Batasuna.
El comunicado de ETA también suscitó reacciones entre los partidos nacionalistas que no quieren dejar a Batasuna fuera de la ley y en el Gobierno Vasco, cuyo portavoz, Josu Jon Imaz, señaló que sus amenazas son «repugnantes e intolerables».
El portavoz parlamentario del PNV, Iñaki Anasagasti, dijo que el comunicado es «infame» y aseguró que va especialmente dirigido contra su partido intentando ponerle en «situación bajo sospecha» y añadió que las manifestaciones de la organización terrorista pretenden también amedrentar y sembrar miedo entre la población. También EA apuntó que ETA «está cada vez más alejada de la voluntad de la ciudadanía» y recurre a la amenazas porque no tiene argumentos.