La Iglesia volverá a mostrar al Gobierno su postura ante uno de los temas más relevantes de la agenda nacional. A través de una carta pastoral trasmitirá al Gobierno y a la sociedad española la preocupación de esta institución por el «recorte de derechos» que puede suponer la modificación de la Ley de Extranjería, y con el fin de apoyar a este colectivo ante su integración en toda Europa. En este sentido, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, defendió el derecho de la Iglesia a opinar sobre asuntos sociales.
Tal y como recogerá la pastoral, la Conferencia Episcopal está preocupada por la tendencia que se está imponiendo en los países europeos a cerrar las puertas a la inmigración y recortar sus derechos para aumentar el control, olvidándose de la integración. La secretaria de Inmigración de la Conferencia, Pilar Semanes, sonsidera que la propuesta del Gobierno se engloba en esta corriente.
Samanes hizo hincapié en que dos de los aspectos en los que se produce mayor erosión de los derechos humanos y que se desprenden de los comentarios del ministro Mariano Rajoy, y de las políticas de diferentes países comunitarios de endurecimiento de sus legislaciones inmigratorias, «es el arraigo y la reagrupación familiar».