Ministros y jefes de las delegaciones árabes que participan en la Cumbre Euromediterránea, inaugurada ayer en Valencia, abandonaron la sala cuando tomó la palabra el representante del Gobierno de Israel para dar su versión del origen de la violencia en Oriente Medio. Y es que la crisis entre palestinos e israelíes marcó ayer el inicio de la Cumbre. Un portavoz de la UE informó de que el gesto de protesta se produjo durante la primera sesión de trabajo, que se desarrolló a puerta cerrada y estuvo dedicada a debatir los asuntos políticos y de seguridad.
En la introducción de la sesión el presidente de turno del Consejo de la UE, Josep Piqué, hizo un llamamiento al diálogo y al que secundaron brevemente el alto representante Javier Solana y el comisario de Exteriores, Chris Patten. El viceministro israelí de Exteriores, Mijael Maljior, acusó en rueda de prensa al grupo de países árabes presentes en la Cumbre de practicar «un monólogo» en lugar de aceptar el diálogo diplomático propuesto por el Gobierno de Israel.
El ministro israelí de Exteriores, Simon Peres, tenía previsto llegar esta madrugada para asistir hoy a la última jornada donde tiene previsto reunirse con los ministros de Exteriores de Italia, Gran Bretaña, Holanda y Alemania. Los ministros de Exteriores de la UE y de sus socios del sur del Mediterráneo aprobaron el capítulo político y el apartado sobre terrorismo elaborado por la presidencia española.