Giménez Reyna, hermana del ex secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez Reyna, podría comparecer ante la titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, Teresa Palacios, dentro de diez o quince días. En su declaración tendrá que explicar algunos extremos de la operativa de Gescartera desvelados por la prensa, como su participación en la captación de clientes y en la gestión de sus cuentas, constituidas con dinero negro y radicadas en sociedades de paraísos fiscales.
Además, deberá responder a las manifestaciones efectuadas por varios empleados de Gescartera en su declaración ante Teresa Palacios, ya que dijeron que la presidenta de la agencia trabajaba como jefa del departamento comercial y captaba clientes. Giménez Reyna, que continúa como imputada en las diligencias judiciales abiertas para investigar el quebranto de 18.000 millones de pesetas causado por Gescartera a unos 2.000 clientes, declaró por primera vez el pasado 19 de julio, día en que negó su participación en el gobierno de la sociedad y en su administración.
Pilar Giménez Reyna, que quedó en libertad sin cargos, indicó en su declaración que carecía de poder ejecutivo en la agencia y añadió que no hacía operaciones con el capital de los clientes, ni suscribía contratos mercantiles, además de señalar a los apoderados de la agencia de valores, Antonio Rafael Camacho y José María Ruiz de la Serna, como los únicos responsables de la gestión. Ya en clave política, el portavoz del Partido Popular (PP), Rafael Hernando, apuntó ayer que «Gescartera no existiría» si durante el último gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), presidida por Luis Carlos Croissier, hubiera sancionado a esta sociedad.
Además, Hernando aludió al interés del PSOE en limitar en la comisión parlamentaria el período de investigación sobre Gescartera, de 1996 en adelante, a lo que el portavoz del PSOE en funciones Alvaro Cuesta contestó que los populares elaboran «informes defensivos» en lugar de investigar el caso. Cuesta manifestó además que la «estafa, el tráfico de información y el amiguismo» que ha puesto de manifiesto el «caso Gescartera» «se ha consumado en el último año» de gobierno del PP.