En la operación fueron detenidos cuatro miembros y un colaborador directo del comando, así como otras tres personas sobre las que se está investigando su relación con el comando. Dos de los detenidos son «liberados» (a sueldo), que se encontraban huidos de la Justicia por sendas causas de «kale borroka», y otros tres «legales» (no fichados). Además, la Ertzaintza ha descubierto un centro de elaboración de electrónica y un almacén «muy importante» de material de tecnología, armas y explosivos en Guipúzcoa. En los registros de cuatro viviendas y un garaje, la Ertzaintza se ha incautado de 160 kilos de explosivos, en su mayoría Titadine, aunque también amonal y amosal.
También se encontraron cinco subfusiles; dos fusiles de asalto; tres pistolas; una escopeta de cañones recortados y un número muy elevado de granadas de varios tipos y calibres, así como tubos para lanzar estas granadas y fundas que hacen pensar que parte de este material ha sido ya utilizado en acciones terroristas. Interior destacó la importancia de la localización, en Zizurkil, del centro de electrónica en el que ETA habría fabricado sistemas para la activación de artefactos, alguno de ellos no conocidos hasta ahora por la policía.
Entre estos elementos se encuentran en torno a medio centenar de teléfonos móviles para ser convertidos en radio-mandos que activasen artefactos explosivos a distancia. La operación policial se realizó la pasada madrugada al considerar la Ertzaintza que los miembros del comando podrían estar preparando un atentado de forma inminente con un vehículo preparado para ser colocado como coche-bomba, oculto en un garaje de la localidad de Lasarte.
Sobre este coche, robado en la localidad guipuzcoana de Segura hace dos meses, un Ford Fiesta rojo, había un aviso de «localización prioritaria» por parte de todas las policías, ya que, por la forma y la zona en el que fue robado, se sospechaba que pudiera estar destinado a cometer un atentado. Junto con el coche la Ertzaintza ha localizado placas de matrículas «dobladas», así como documentación muy abundante de la propia organización y de objetivos, así como dinero en efectivo.