Los partidos políticos y los sectores afectados por la suspensión de todos los vuelos de Iberia han lanzado el grito en el cielo para exigir una urgente intervención del Gobierno para evitar el caos en el transporte aéreo. El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, señaló anoche que la decisión de Iberia demuestra que el actual Gobierno «ha llevado al país al colapso». Blanco además subrayó que el PSOE pedirá la comparecencia del jefe del Ejecutivo, José María Aznar, ante el Pleno de la Diputación Permanente del Congreso. Asimismo, subrayó que la actual dirección de Iberia, «como todo el mundo sabe», fue nombrada por Aznar durante el proceso de privatización, «que fue negativo para la compañía», señaló. Además, dijo que los ministros de Fomento, Francisco Alvarez Cascos; y de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, «no han aceptado su responsabilidad».
El portavoz parlamentario de IU, Felipe Alcaraz culpó al Gobierno de «no hacer nada» y «mirar hacia otro lado». Alcaraz recalcó que el Gobierno «no se quiere hacer cargo de la situación» y recordó que, por culpa de la falta de entendimiento entre la empresa aérea y los pilotos y la «desidia» del Ejecutivo, «vamos a dar un espectáculo tercermundista en Europa». El presidente de la Agrupación Hotelera de las Zonas Turísticas de España (Zontur), Pedro Juan Devesa, declaró que la actitud de los pilotos de Iberia puede causar un «daño irreparable a la imagen turística de España». Devesa dijo que es «un acto de absoluta irresponsabilidad», por parte de los pilotos, que la compañía tenga que dejar de operar por «los intereses de un colectivo».
El director general de la Asociación Española de Agencias de Viajes (AEDAVE), Félix Arévalo, dijo anoche que «el Gobierno intervenga ante esta catástrofe espantosa». Arévalo aseguró que estaba «estupefacto» ante el cariz que había tomado el conflicto laboral con el sindicato de pilotos SEPLA. «Si con la huelga estábamos perdiendo cada día entre 100 y 150 millones de pesetas, qué será ahora -se preguntó- que se afecta de esta manera a la primera industria nacional, que es el turismo».
Las organizaciones de consumidores y usuarios OCU y CECU consideraron «monstruoso» la suspensión de los vuelos anunciada por Iberia, y sostuvieron que una vez más los usuarios de la compañía son «rehenes» de una situación laboral ajenos a ellos. El portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), José María Múgica, dijo que la decisión de Iberia es «una medida absolutamente desmesurada y sin ningún tipo de justificación». Por su parte, María Rodríguez, presidenta de la Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU), manifestó que la medida de Iberia le había causado mucha «impresión» y que incluso se había quedado «turuleta».