Los análisis de muestras de uranio empobrecido recogidas por miembros del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), entre el 5 y 17 de noviembre de 2000, en los asentamientos de Kosovo, han comenzado a analizarse en cinco países europeos, entre los que no se encuentra España, según un comunicado difundido ayer por el PNUMA. La finalidad de los análisis es determinar el uso que se hizo de esta sustancia durante el conflicto de los Balcanes y el riesgo a la exposición que pudieron sufrir los seres humanos y el medio ambiente. Los resultados de estas pruebas se publicarán en marzo de 2001.
La misión del PNUMA visitó 11 de los 112 sitios identificados como posibles zonas con presencia de uranio empobrecido, incluyendo cinco en el sector italiano y seis en el sector alemán. Los trabajos se realizaron de forma conjunta entre la misión de Naciones Unidas en Kosovo y las fuerzas de la OTAN en Kosovo (KFOR), que proporcionaron material logístico, transporte, alojamiento y seguridad.
El equipo del (PNUMA compuesto por 14 científicos recolectó muestras de tierra, agua, vegetación y realizó pruebas en edificios, vehículos militares destruidos y agujeros donde penetró el uranio empobrecido. Además, se encontraron remanentes de uranio empobrecido en ocho lugares. Así, en conjunto se están analizando 340 muestras, que incluyen 247 de tierra, 45 de agua y 30 de vegetación.
«Cuando terminamos el informe de la Task Force en los Balcanes sobre los efectos medioambientales en el conflicto de Kosovo el año pasado, nos dimos cuenta que los datos no eran suficientes para determinar el problema del uranio empobrecido», manifestó el director ejecutivo del PNUMA, Klaus Toepfer. «Como respuesta a la petición del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, y del PNUMA, la OTAN nos proporcionó a mediados de 2000 las coordenadas exactas de los sitios con riesgo, lo que permitió a nuestros equipos realizar las mediciones adecuadas de uranio empobrecido en Kosovo».