El coche bomba que la banda terrorista ETA colocó el pasado día 31 de diciembre en Sevilla contenía 160 kilos de la dinamita que los etarras robaron en Plevin en 1999, y no los 100 que se pensó al principio.
Gracias a que los artificieros consiguieron desactivar la bomba de ETA, se ha podido comprobar que la carga explosiva era aun mayor de lo que se pensó en un principio. No eran 100 kilos de la dinamita robada por la banda terrorista en la localidad francesa Plevin en septiembre de 1999, sino 160 kilos de dinamita colocadas en dos ollas y cartuchos adosados a éstas, convirtiéndose así en el mayor artefacto que la banda ha colocado desde el fin de la tregua. Además, han comprobado que la carga estaba dotada de un cebador para explosionar el coche con ayuda de un temporizador.
El éxito de los artificieros sevillanos también permitirá analizar el vehículo, robado también en Francia, en busca de huellas dactilares de los terroristas. No obstante, todavía no se ha podido identificar a ninguno de los etarras que manipularon la bomba o que trasladaron el vehículo hasta la capital hispalense. Con este dato en la mano, el director general de la Policía, Juan Cotino, aseguró que los TEDAX que se encargaron de desactivar el explosivo corrieron «un grave peligro». La alta cantidad de explosivo podría haber derruido por completo el edificio de la Tesorería de la Seguridad Social, el objetivo contra el que iba dirigido, y también se habría convertido en una trampa para los agentes, que, de haber explotado la bomba, no habrían podido protegerse.
En este sentido, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha solicitado que se extremen las medidas de seguridad de los agentes especializados en la desactivación de explosivos, TEDAX, ante la «evidencia» de que ETA busca ocasionar muertos entre este colectivo.