Según la nota difundida por este organismo «restricciones militares impidieron el acceso al recinto donde se encuentra ubicado el reactor nuclear y al panel del control del mismo, por ello, no se ha podido verificar de forma directa el alcance de la avería, el estado de la reparación, y las condiciones en las que se encuentra el reactor». No obstante, el CSN considera que esta visita, «aunque de alcance limitado» ha tenido la utilidad de verificar in situ el funcionamiento de algunos sistemas, así como las prácticas y la organización de la Armada británica para hacer frente a esta reparación.
La visita ha provocado que los grupos de la oposición tachen esta maniobra del Gobierno de «poco profesional», sobre todo después de que el CSN haya admitido que los expertos españoles no pudieron verificar de forma directa el alcance de la avería. PSOE e IU se quejan de que este «paripé» es sólo «una visita de cortesía» para «salvar la cara de Aznar» y «cubrir expediente».
Los grupos políticos de la oposición siguen convencidos de que las soluciones propuestas por el Ejecutivo de Aznar «no solucionan nada». Así lo señaló Gaspar Zarrías, consejero de la Presidencia de la Junta, quien insistió en que lo que la Junta desea es que el submarino se vaya de Gibraltar. Del mismo modo, la socialista Cristina Narbona, responsable de Medio Ambiente, declaró que la visita llevada a cabo por los técnicos del CSN al 'Tireless' es sólo para «cubrir el expediente» y no para asegurar que su reparación no entrañe peligro a la población. Según Narbona, todo lo ocurrido hasta ahora con el submarino nuclear «deja mucho que desear y ha carecido de la necesaria transparencia que requiere este tipo de asuntos».