Las instituciones catalanas, los partidos políticos y diversas entidades sociales homenajearon ayer con ofrendas florales al que fuera presidente de la Generalitat republicana Lluís Companys, con motivo del 60 aniversario de su fusilamiento por el régimen franquista.
El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que acudió sólo al Fossar de la Pedrera del cementerio de Montjuïc, donde está situada la tumba de Companys, ha permanecido unos minutos en silencio y después, junto a un grupo de jóvenes, ha cantado el himno de Cataluña, «Els segadors».
«Este sentido homenaje debe aprovecharse para recordar que Companys fue fusilado fundamentalmente por ser presidente de Cataluña, a la que intentó servir como mejor supo», ha afirmado Pujol.
La delegación del PSC estaba encabezada por su presidente, Pasqual Maragall, y por el secretario, José Montilla. Maragall ha afirmado que «hemos de festejar la vida de Lluís Companys más que su muerte», ya que la labor política realizada por el presidente catalán «supuso un gran cambio en la dirección del catalanismo».
Los actos de homenaje se iniciaron de madrugada cuando un grupo de militantes y dirigentes de ERC, al que pertenecía el ex presidente, han portado antorchas desde la entrada del Castillo de Montjuïc hasta la pared donde fue fusilado.
El líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, acudió a la tumba de Companys hacia el mediodía y ha indicado que el homenaje a su figura debe «hacerse extensivo a todos los muertos por la barbarie franquista» y, ha añadido, el Gobierno debería «pedir perdón por lo supuso la dictadura».