ETA suspendió las conversaciones que había iniciado con representantes del Gobierno español en mayo de 1999 de manera unilateral, pese al interés expresado de «establecer entre ambas partes un canal de comunicación permanente», según publicaba ayer el diario «Gara».
«Gara» asegura que desde esta primera y última reunión no ha habido más contactos entre ambas partes. El diario donostiarra publica los documentos del acta levantada por ETA en la reunión mantenida hace casi un año entre tres representantes del Gobierno de Aznar y dos de ETA en una ciudad europea que no se precisa, la primera desde hacía diez años.
En este primer y único encuentro los representantes del Gobierno expresaron la disposición del Ejecutivo a encontrar un clima de encuentro, pero advirtieron que «el presidente de España no puede asumir compromisos que atañen al Estado», como la territorialidad. «No obstante "precisaron" el Gobierno no impedirá un debate dentro de las instituciones».
«El presidente "aclaró uno de los representantes del Gobierno, según el documento" no puede reconocer por sí mismo ni arrastrar a nadie a reconocer el derecho de autodeterminación de determinados territorios. No tiene esa capacidad legislativa». Ambas partes subrayaron la «importancia» de este primer encuentro y se emplazaron a una nueva reunión, que, según publica Gara, no llegó a celebrarse porque ETA consideró que el Ejecutivo «filtró a los medios de comunicación» la celebración del encuentro. ETA acusó al Gobierno de haber hecho públicos distintos detalles del encuentro, como la identidad del mediador, el obispo Juan María Uriarte, y de haber utilizado la reunión de un modo «electoral e intoxicativo», por lo que consideró «saboteado» el canal de comunicación y suspendió las conversaciones.
Según explica Gara, los representantes de ETA acudieron al encuentro «con el objetivo principal de obtener garantías de que el Estado español respetaría el proceso político que se iniciaba en Euskal Herria».